- Licenciada Rocío Paredes
- Psicóloga Clínica
Cuando nosotros nos conocimos ella estaba casada y yo tenía mi compromiso, una relación en concubinato de largos años, pero nunca nos casamos. Después se fueron dando las cosas, cada vez nos enredamos más hasta que la verdad salió a luz, su pareja y la mía se dieron por enterados, se armó la tercera Guerra Mundial, pero nosotros nos quedamos juntos. Pasaron varios años hasta que nos dijimos adiós, pero yo sé que aún me ama, yo sigo loco por ella también, no sé lo que pasó, no puedo explicarlo.
Ella supuestamente es muy orgullosa, dice que cortó; sin embargo, sigue sintiendo celos por mí, sabe que la quiero, hace dos meses que estamos separados, pero yo siento que ella siente todavía algo por mí.
Situaciones muy raras que suceden cuando estoy con ella; por ejemplo, cuando estoy queriendo macanear con otra persona justo ella me pilla. Después, al día siguiente me voy a hablar con ella, me echó, le dije que solo quería verla, después de un mes y 22 días. Me sonrió pero después se enojó, muy corta es, no le gusta el diálogo, le pregunté si me quería y no me respondió, no me quiso contestar.
Realmente me duele, cómo dejar de pensar en esos días que me sentía especial, más en estas horas y ahora me siento solo y a ella le pasa esa tristeza porque tiene hijos, en cambio yo no.
Yo dejé todo por estar con ella, vivimos juntos un tiempo, pero después los problemas económicos y sus celos desmedidos hicieron que peleáramos todo el tiempo y finalmente nos separamos. ¿Qué hago?
DANI, DE SANTANÍ, 30 AÑOS
LA RESPUESTA: AVANZAR
Cerrar las heridas del corazón
Un amor que soportó muchas pruebas pero que fue víctima de la rutina cuesta olvidar, pero hay que hacer el intento si la otra persona ya no siente lo mismo o te pide un tiempo.
A pesar de que tenés roto el corazón, de que te sientas hundido, tal vez incomprendido tenés que levantarte, seguir adelante y darle un tiempo a la relación, al menos si querés estar bien, tenés que hacerlo; de lo contrario, vas a sufrir mucho y la vida es para vivirla, sentirse bien a pesar de las dificultades o problemas. No es bueno ni sano vivir cada día sufriendo por los tropiezos, fracasos, mal de amores, errores cometidos, pero son cosas que tendremos que pasar muchas veces a lo largo de la vida.
En estos tiempos hay muchas cosas que nos ayudan a vivir mejor, buenos y malos consejos que nos enseñan a seguir adelante, pero siempre acabamos recordando todo aquello que nos hizo daño. En realidad tenemos que recordar lo bueno y aprender de lo malo, siempre podemos cambiar aquello que nos proponemos firmemente.
Así que, hay que trabajar por cerrar esas heridas y seguir para adelante siempre, dejar de mirar atrás, vuelve a creer en los sueños.
Muchas veces no queremos apostar a nosotros mismos, conocer tus fortalezas internas y ver cuáles son nuestras prioridades para avanzar en el camino de la vida. Es una actitud que debes asumir, no va a ser fácil, pero nada es imposible, acordate que todas las barreras que nos imponemos muchas veces son mentales. Algunos dicen que para sanar una herida hay que dejar de tocarla, otros afirman que cuanto más consciencia tomemos de nuestras emociones, más fácil será saber cómo canalizarlas.
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