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“Da mucho miedo cómo se modernizan los homicidios”

“Da mucho miedo cómo se modernizan los homicidios”

VIDA DE UN FORENSE. Péichama voi avei ko’ãga. Ahora no solo la tecnología va avanzando sino que hasta los asesinatos y crímenes van cambiando y actualizándose a medida que pasa el tiempo, según señaló el conocido médico forense, Pablo Lemir, quien oñe’ê en exclusiva con Crónica.

El profesional agregó que “los crímenes se van modernizando cada ves más y como médicos forenses debemos capacitarnos”.

El doctor valé contó: “Ahora los asesinatos van avanzando, ya no son como antes, que se usaban armas de fuego o un simple cuchillo. Es terrible y sorprendente cómo usan el ingenio y cada vez son más violentos los homicidios. Por lo que los médicos forenses deben estar preparados”.

“Da mucho miedo cómo se modernizan los homicidios. Asustan algunos casos, y si bien nosotros como médicos forenses estamos preparados, mentalmente igual golpea que los crímenes van avanzando y ya no son como antes, ahora se usa todo tipo de armas. Pero como dije, en la Universidad ya nos enseñan primero a enfrentarnos con la muerte y después con la vida”.

Por otra parte, comentó que a sus 46 años de edad y sus 17 años de estar a full en la profesión de revisar a los cadáveres, también le tocó pasar por momentos difíciles y hasta tuvo que someterse a terapia por un buen tiempo, pues hubo momento en el que no podía ni sentarse a la mesa a comer, según recordó.

Y doc sentenció además: “Quiero decir que es mentira eso de que los médicos forenses no tenemos sentimientos, a mí por ejemplo revisar a un niño me sensibiliza bastante, es algo que hasta ahora me toca el corazón y el día en el que alguien perdió el sentimiento pierde el profesionalismo también”.

Hubo momentos en que no podía comer carne”

El doctor Pablo Lemir confesó además que la tragedia del Ycuá Bolaños le re-marcó voi su vida y sostuvo: “Hubo un tiempo en el que no podía comer carne, ni siquiera sentarme a la mesa, tenía insomnio y todo por la tragedia del Ycuá, que marcó mi vida. Estuve encerrado por 14 días mirando cuerpos, eso me dejó muy mal, tuve que después buscar ayuda de otro profesional para superar eso, porque toqué 400 cuerpos”.

Y dijo que su profesión le enseñó: “A valorar más la vida y ver las cosas de ot ra manera, a cuidar más los detal les, aprovechar el tiempo, porque no es fácil ser médico forense, se necesita mucho apoyo familiar para sobrellevar todo lo que se ve”.

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