Todo apunta a que al acuerdo de separación en buenos términos al que habían llegado Nadia Portillo y Abel Alfonzo se pudrió.

Tras la publicación de fotos del cantante de “Rumberos”, farreando apretadito con una chica que, según los rumores, ya despertaba celos desde hace tiempo, se armó la podrida. Nadia ya rompió el silencio en parte.

Contó que él ya “anda por su cabeza” estando todavía casado. Reveló que no le quiere firmar el divorcio y que, incluso, se está oponiendo a que el hijo de ambos viaje con ella a sus giras internacionales.

“Me dijo que no me va a firmar los papeles de permiso para mi hijo, para las giras internacionales. Al final, va a perjudicar a su hijo nomás”, contó.

Ayer nos comunicamos con Abel para buscar su versión sobre todo lo ocurrido el fin de semana y sobre su supuesta negativa a firmar los documentos del divorcio y también los del permiso del menor para viajar al exterior.

Se negó a comentar, explicando que se trata de su vida privada, y que prefiere resolverlo en ese ámbito.

Pero ante la insistencia si es cierto que no va a permitir que su hijo viaje con su mamá, respondió. “Sí, es cierto, no estoy dispuesto a firmar y no lo voy a hacer. No puedo arriesgarme a no ver más a mi hijo”, dijo.

– ¿Vos creés que si permitís que tu hijo viaje a México con su mamá, ella puede quedarse a vivir allá con él?

– Claro que sí. Yo no puedo correr ese riesgo. Eso sería como sacarle de mi vida.

– ¿Es innegociable tu postura sobre ese punto?

– Que ella lleve a mi hijo no es negociable. Puede viajar igual, sola. Mientras haga su gira, mi hijo puede quedarse con la abuela o conmigo.

– ¿Y es cierto que tampoco le querés firmar los documentos del divorcio?

– De eso no voy a hablar. No estoy luego atendiendo a nadie el teléfono. Por respeto nada más respondí, espero me entiendan. Hay cosas privadas que nos competen solo a nosotros.

– ¿Y qué nos podés decir de Lucero Penayo, la chica con quien estuviste bailando el fin de semana en una disco de Asunción? Nos pasaron el rumor de que supuestamente ella fue la causante de tu separación de tu anterior pareja, la mamá de tus dos hijos.

– Tampoco puedo hablar de ella. No le quiero luego meter en esta historia, porque no tiene nada que ver.

– ¿Es tu novia ahora?

– No, nada que ver.