El mundo entero quedó horrorizado hace una semana cuando en Buenos Aires, el bus que trasladaba al plantel de Boca Juniors al estadio “Monumental”, se convirtió en blanco de piedras, botellas, gas pimienta y ere eréa por parte de hinchas maleantes de River Plate.

La esperada final de Libertadores –que se jugará el 9 de diciembre en el “Santiago Bernabéu” del Real Madrid español– terminó siendo un bochorno y dos compatriotas periodistas fueron testigos de todo. Jorge “Chipi” Vera y Marcelo Burgos, enviados especiales de GEN y Radio 970 AM, estuvieron presentes en el estadio de River y relataron a Crónica lo que vivieron aquella tarde para el olvido.

MARCELO BURGOS

–¿Cómo fue para ustedes vivir a flor de piel ese ambiente tenso en cercanías del estadio?

–La verdad fue difícil, porque el taxista justamente nos deja ahí en la esquina de Libertador y Monroe donde después le tiraron al micro de Boca las cosas. Entramos entre todos los hinchas de River que estaban sin entradas y con todos los borrachos, con los equipos de la radio, y la verdad que fue bastante difícil el acceso al estadio ese día.

–¿En algún momento sintieron mucho miedo?

–No, pero ya una vez que se comunicó que no se jugaba el partido, vino la gente de prensa y nos pidió que no salgamos hasta en una hora porque afuera estaban asaltando credenciales, entonces ahí fue que tuvimos algo de miedo.

–¿Cómo fue el ambiente el domingo?

–Al día siguiente el público fue otro, ya sin ruido, sin cánticos, mucho silencio y la verdad que no había más ambiente de fútbol. Todo fue definitivamente muy golpeado el sábado, incluso, días antes ya el ambiente era muy tenso, había mucho temor de lo que pudiera suceder en el centro, en zona del Obelisco, por ejemplo.

–¿Creías que la final se jugaba en Paraguay?

–Nunca. Eso iba ser una locura porque no estamos preparados, se demostró muchas veces que para partidos locales la seguridad no alcanza y no puede ser. Iba a ser una locura tremenda pretender traer ese partido tan tenso a nuestro país.

JORGE “CHIPI” VERA

–¿Cómo viviste todo el desenfreno aquel día sábado en cancha de River?

–Fue una cobertura periodística muy diferente. Era un relato policial en medio de un evento deportivo que no se llevó a cabo. Una locura lo que hicieron.

–¿En algún momento te entró algo de temor por tu vida?

–Temor por mi vida, no. Pero sí temía por los equipos de la radio y nuestras acreditaciones. Estaban robando cualquier cosa parecida a un documento o entrada para intentar ingresar al estadio. Fue un clima bélico por momentos. Nos tocó de cerca.

–¿Fue frustrante haber vuelto sin que se haya jugado la final?

–Fui con la idea de relatar un partido de fútbol, en ese sentido claro que sí. Pero lo sucedido también fue noticia. Fue una transmisión histórica para mi carrera, muy distinta a las que ya había vivido antes.