En más de una oportunidad se escuchó decir a diferentes sacerdotes estar en contra de los tatuajes. Es más, hace unos años, en una de las homilías que se dio desde la Villa Serrana durante el novenario de la Virgen de Caacupé, se dijo que quienes se los hacen “tienen el alma vacía”.
Sin embargo, este año una de las actividades que realizan a full varios peregrinos en las inmediaciones de la Basílica –aparte de rezar lógicamente– fue plasmar su fe ¡en la piel!
Sí, la moda es ¡tatuarse a la Virgen! “La verdad que tenemos muchísima clientela que llega hasta nuestro local para tatuarse a la Virgen de Caacupé.
Lo hacen por lo general al salir de la misa cuando están volviendo a sus casas”, contó Emmanuel Pedrozo, tatuador que labura en el local “Mauro Perforaciones”, que se instaló –al igual que varios otros comerciantes– a pocos metros de la Basílica de Caacupé, y que está haciendo su “agosto” voi con el laburo.
“La Virgencita es lo que más se pide. Por día se está tatuando entre 8 y 10 personas”, contó Mauro Leguizamón, dueño del local. El mismo comentó que la imagen de la mamá de Kirito grande te cuesta unos 300 mil guaraníes. Avei, muchos se lo hacen pero con el tatuaje temporal, que duran unos 15 días, explicó.
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