Lilian Agüero vino de San Pedro buscando un futuro mejor, se instaló en Lambaré con su pequeño y su mamá, y cumplir el sueño de ser abogada.
Durante los primeros años trabajó como empleada doméstica, y en medio de sus quehaceres imaginó abrazar leyes, hasta que se inscribió en una Facultad privada.
Como muchos compatriotas conseguir un buen empleo sin dejar los estudios es toda una odisea. Tuvo muchas esperanzas de conseguir su nombramiento en la Fiscalía de Lambaré donde estuvo un año como pasante, pero entre promesas pasó el tiempo y sin un “kavaju en la política, cuesta entrar”, dijo.
Así que por ahora vende asaditos frente a su casa en el barrio Itá Enramada y a sus vecinos para costear pasaje y cuotas, aunque no alcanza se las arregla como puede.
Los compañeros de la Facultad, también fueron solidarios con ella, y la ayudaron a completar las cuotas, para no perder el año, ahora está terminando el segundo curso de un camino de 5 años para recibirse.
“Vengo de una familia muy humilde, hace aproximadamente 10 meses que estoy sin trabajo, estaba en la Fiscalía de Lambaré como practicante y pedí mi contratación para así poder seguir estudiando y no me dieron esa oportunidad”, señaló.
Por ahora se rebusca como puede porque casi perdió la Facultad por falta de pago, así que se puso las pilas para apechugar la sitú, mientras esperaba el bendito contrato.
“Me dijeron que iban a ver, cosas así y pasaba el tiempo, cuesta mucho entrar si no tenés alguien que te apoye, cuestiones de política y algo así”, dijo.
La venta de asaditos es salvatore para ella, en medio de sus exámenes y la venta saca buenas notas por suerte, es bastante aplicada porque le gusta la carrera, comentó.
Su pequeño hijo la ayuda haciendo el delivery
El hijo de Lilian tiene 10 años y de vez en cuando también la ayuda con el delivery a los vecinos, todo con tal de ver que su mami termine sus estudios.
Entre tantas búsquedas como cualquier otro desempleado sueña con un trabajo digno dónde pueda recibir un sueldo mínimo y trabajar las 8 horas para así poder estudiar y sacar a su hijo adelante ya que su familia no pueden ayudarla porque son de escasos recursos.
“Si hay posibilidad, me gustaría pedirle a la fiscala general que me dé esa oportunidad de estar en el Ministerio Público, pero si no, igual estoy buscando otro trabajo para poder seguir estudiando. Mi sueño es ser un día una exitosa abogada. Confío en Dios en que ese sueño se hará realidad”, indicó.
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