Julio Dos Santos es un ídolo de Cerro Porteño, ya fue campeón varias veces a nivel local, pero nunca pudo ganar algo importante en el ámbito internacional.

En el 2019 volverá a vestir la azulgrana y el sueño es el mismo, ganar la Copa Libertadores de América.

El jugador habló ayer a través de la 970 AM y entre otras cosas admitió que la entidad azulgrana apunta a ganar todos los torneos que juega, sabiendo que la misión no será nada fácil.

“Cerro Porteño tiene una gran estructura y con esta nueva dirigencia se apunta a ganar todo lo que juguemos”

“Cerro Porteño tiene una gran estructura y con esta nueva dirigencia se apunta a ganar todo lo que juguemos. Lo grupal es muy importante, un jugador no te va a salvar, el grupo es lo más importante y nosotros tenemos un buen grupo”, dijo el atleta.

Dos Santos tiene 35 años y todos saben que físicamente ya no está para correr como cuando tenía 20, pero su talento sigue intacto. El propio jugador reconoció que más allá de lo que pueda dar dentro del campo de juego, su experiencia será de gran ayuda.

“Con mi edad no solo voy a aportar desde lo futbolístico, pero puedo ayudar en lo colectivo y en lo que rodea al plantel. Quiero que mi nombre perdure en el club, yo deseo y quiero eso”, acotó el mediocampista.

El ex-Luqueño fue sincero, “tengo autocrítica, sé que no estuve en el nivel que se esperaba de mí la última vez que estuve allí. Opté por recuperarme en Cerro, luego iba a ver en dónde jugar, por suerte me recuperé bien y surgió lo de Cerro, que es mi casa”, he’i.

RECUPERACIÓN
Julio Dos Santos no estará en condiciones de arrancar el torneo Apertura, tal vez llegue para el mes de febrero o marzo y él sabe eso. Hace cinco meses comenzó su proceso de recuperación.

Preocupa la falta de plata en el Ciclón

Como pocas veces en los últimos 10 años, Cerro Porteño está pasando por una situación económica más que complicada. Tiene una deuda superior a 50 millones de dólares (según el último balance) y el dinero disponible para refuerzos es escaso.

A todo esto hay que sumarle las demandas contra el club por la falta de pago por los pases de Diego Churín y Álvaro Pereira.

Para armar un buen plantel la institución azulgrana necesita por lo menos cinco millones de dólares para gastar en refuerzos, pero ese dinero no existe.

Y la situación es aún más complicada, porque el único que pone dinero en Cerro es Juan José Zapag y ahora que él ya no tiene la lapicera, ahora que él ya no toma las decisiones más importantes… es imposible que le diga a su hermano Raúl, “tomá y gastá como quieras”.