• Licenciada Rocío Paredes
• Psicóloga Clínica

Hace 9 años que estoy con mi pareja, todo feliz el primer año de casados, después vinieron los hijos y la inestabilidad fue creciendo. El segundo año ya cambió todo entre los dos, las peleas empezaron a ser constantes porque pasamos muchas necesidades en mi casa y me cansé.

Nunca le fui infiel a mi marido, pero como que cada quien anda por su lado, ahora hace 15 días que me encontré con un amigo que me pasó la mano con las necesidades que tengo. No es con plata sino algunas veces como no tengo ni qué comer, me compra todo, a veces provistas del supermercado para llenar mi heladera.

Nunca me habló de que le pague con favores ni nada; al contrario, parece hacerlo tan desinteresadamente.

Lo que me confunde ahora es que yo soy la que no dejo de pensar en él y cada día que pasa menos quiero estar con mi marido. Al comienzo creo que fue una aventura, después fue más por conveniencia porque me ayuda, pero ahora ya tengo sentimientos y le estoy queriendo demasiado.

A veces estando en la cama con mi pareja, no quiero ni que me toque, me da rabia que no haga nada por mejorar y si hablamos me salen solo palabras hirientes para recordarle lo mal que andamos, ya no le alcanza la plata para nada.

Le pedí que me vea para hacer algo, pero es tan orgulloso que no quiere que yo trabaje, todos los días vivo encerrada en mi casa, bueno, cuando no salgo con este amigo.

Lo que siento tanto es por mis hijas, que le adoran a su papá y no me imagino cómo sería mi vida si le dejo para irme con mi amigo, que sé bien se gusta de mí.

Lo que quiero saber es qué puedo hacer si me separo de mi marido y le doy rienda suelta a esta aventura.

MARINA, DE ASUNCIÓN, 36 AÑOS.

LA RESPUESTA: BALANZA IMAGINARIA

Dejando el orgullo, deben salir del pozo

Mirá, tenés que poner sobre una balanza imaginaria qué pesa más, si la inversión hablando en términos emocionales de tantos años en tu relación de pareja o la posibilidad de una aventura con esta persona que no conoces del todo bien.

Las crisis son normales, lo importante es ser constantes, no desinf larse cuando las cosas van mal, sino todo lo contrario, fortalecerse.

Por un lado podés animarte a luchar por tu familia, hacerle entender a tu marido que si están en el pozo la única manera que tienen de salir es ayudándose mútuamente y ahí sí que ambos tienen que tragarse el orgullo. En vez de mortificarle, proponele soluciones.

Pero para tomar este camino tenés que pensar bien si estás dispuesta a mojar la camiseta de lo contrario no vale la pena. Si en cambio lo que vos querés es salir de una relación donde ya no ves motivos para quedarte, sincerate, de todos modos es algo que tenés que resolver con él.

Ahora, lo de tu amigo puede que sea solo un espejismo motivado por las necesidades de afecto y económicas que hay en tu casa, el amor se construye de una manera menos interesada, todo depende de vos.

Hay gente que te pasa la mano desinteresadamente cuando realmente se necesita, pero tampoco podes vivir de la caridad o las buenas intenciones de otros, tenés que generar con tu esfuerzo soluciones y lo necesario para sostener una vida digna, no necesariamente de lujos, podes ver otra actividad, algún emprendimiento que te genere un poco más de ingresos.