Cada día sorprende la maldad humana, ya que algunas personas dañan a cualquiera, ya sea a otro ser humano o algún animalito indefenso, sin que la víctima le haya hecho mal alguno.

En la ciudad de Salto del Guairá, los bomberos voluntarios azules fueron llamados para socorrer a un perro que fue ¡apuñalado! por un karai y su hijo de 16 años, porque entró en su patio a cotejarle a su perra.

El tema oiko a eso de la medianoche de ayer, cuando los voluntarios recibieron el llamado de alerta y acudieron hasta el barrio San Juan. Allí encontraron al pichicho achuchillado y con el kyse enterrado hasta el mango por su lomo todavía.

“Un vecino del lugar vio cuando el señor, un constructor, le apuñaló al perro y nos llamó. Fuimos a buscarlo y a eso de la 1:00 recién pudimos ubicar al animal”, he’i la comandante bombero Evar Alderete a Crónica.

Le agarraron al herido y como no había un veterinario disponible a esas horas lo llevaron directo hasta el Hospital Regional de Salto porque allí trabaja un enfermero, quien además es bombero voluntario.

“El voluntario Javier Toledo le atendió a la mascota, le sacó el cuchillo con cuidado, le suturó la herida y le vendó todito para que no sangre más. Además le dio un remedio para el dolor”, contó Alderete. Luego se pusieron en contacto con los miembros de la Asociación Mymba Ñemohesãi, donde depositaron al cuadrúpedo atacado.

Saben quién es el “infelí”, he’i los de la fundación animalera

Los pobladores de Salto del Guairá están furiosos por el accionar del agresor de perros. Los animaleros de “Mymba” tienen un sospechoso y he’i que lo denunciaron ante la Justicia.

Mientras, en las redes sociales, la reacción de la gente no se hizo esperar. Un perfil de Facebook a nombre de Nino Almada fue el “muro de descargo” donde le dijeron de todo.

Ahora solo se espera que la Justicia haga su trabajo, atendiendo a que existe una ley que protege a los peluditos de ataques de esta clase.

¡Le pusieron una bomba en la boca a una perrita y la mataron!

Otra mascota no tuvo la misma bendición de “Jhon”, ya que fue atacada cobardemente por una persona. Esta “maldita mierda” le introdujo una potente bomba en la boca.

La detonación le destrozó totalmente la mandíbula al animal, que fue llevado por un alma caritativa hasta la clínica del veterinario Fabián Velázquez. Fue auxiliada pero lamentablemente la perrita no aguantó debido a la gravedad de la herida y se fue al cielo.

La Ley 5.892 establece en su artículo 38 que “esta normativa establece hasta dos años de prisión o multa en caso de que un animal resultase muerto, así como la prohibición de adquirir o poseer otros animales por un plazo que podrá ser de hasta 10 años”.