Hace varios años que Natalia Balcazar y Rodolfo Silva tienen una hermosa relación sentimental. Pero tenían una asignatura pendiente. Les faltaba dar ese paso fundamental en toda relación: Decir el “sí, quiero” ante Dios.

Es por eso que “cranearon” y organizaron un hermoso casamiento en la ciudad de Yuty, departamento de Caazapá, donde su amor forjó y creció a pasos agigantados.

Pero ambos quisieron un momento diferente y especial. Es por eso que hicieron su casamiento a lo “ymaguare” y cargado con mucho de nuestro folclore paraguayo. “Solo se necesita la bendición de Dios para ser eternamente feliz”, dijo Natalia.

“Amamos a la antigua, matrimonios eran los de antes, el nuestro está forjado en el amor ymaguare, pues ese es el verdadero”, agregó.

Los novios se vistieron de paraguayitos y llegaron en una carreta estirada por bueyes hasta el sitio donde se realizó la ceremonia. Casi todo el pueblo se dio cita y vibraron cuando ambos se convirtieron en flamantes esposos.

“Amamos nuestra tradición, por eso hicimos una boda ymaguareicha, fue muy emotiva, todos nos felicitaron”, tiró.

El “romanticón” hasta le cantó

Don Rodolfo no podía ocultar su alegría por dar el “sí” al amor de su vida. Tras la ceremonia, el hombre vestido de paraguayito tomó una guitarra y dedicó una canción a su flamante esposa. “Un pacto con Dios hicimos tu y yo, y nada en el mundo no tiene más valor. Así es este amor que no se rompe”, le dijo el romanticón. Toda la gente avei disfrutó de un delicioso caldo ava y riquísima sopa paraguaya.