“Cierto es man… no tuve de otra bro, para qué les voy a mentir”, comienza diciendo uno de los audios en los cuales el joven Rodrigo Florentín, principal sospechoso del doble jejuka que se dio en el Paraná Country Club, comenta todo lo que pasó en una escena de terror que se registró en esa mansión.

Aún desde la clandestinidad, sin que la Policía tuviera indicios de dónde se hallaba al cierre de esta edición, el joven hizo circular unos audios en los cuales comentaba que debió hacer lo que hizo porque o sino podrían haber sido él y su mamá las víctimas.

“Sepan nomás que todo lo que van a leer y a decir en el diario sobre mí es mentira. Mi padrastro me quiso matar a mí y a mi mamá con su hermano y le tuve que matar a los dos. Quiero que sepan la verdad”, comentó el joven sobre este tan confuso como sangriento caso.

El día en cuestión, cuando la furia asesina se hizo presente en esa casa de lujo y se llevó la vida de dos personas, Rodrigo dijo que se vio forzado a efectuar los disparos contra quienes él asegura lo estaban a punto de ejecutar.

“Ya me acorralaron todo. Muchas veces intentamos solucionar con mi mamá con él y no había caso. Ahora vino y me cerró el paso con el auto”, dice otra parte de las grabaciones que salieron a la luz pública.

Aparentemente, el trasfondo de todo este terrible caso tendría que ver con cuestiones económicas.

El hoy prófugo habría encarado al padrastro para que deje de “explotar” a su mamá, lo que habría derivado en una discusión de alto voltaje que acabó con la muerte de dos personas.

La empleada doméstica es una testigo clave del caso

En el momento en el que todo aconteció, la empleada doméstica se encontraba haciendo tareas en la mansión. Ella estaba en la planta baja cuando escuchó los disparos.

Si bien es cierto que dijo no haber visto nada, sino más bien escuchado, será interrogada para que dé en detalles todos los movimientos previos y posteriores al hecho.

Uno de los cuerpos, el de Nelson González, fue encontrado en uno de los baños de la lujosa casa, en tanto que el de Osvaldo, padrastro de Rodrigo, se encontraba en uno de los balcones de una habitación.