Yerson, más conocido como “Mbusu” en el ambiente, tiene 21 años. Toda su vida la pasó entre inundaciones y refugios. Con el tiempo fue creciendo y empezó una etapa difícil en su vida pues la pubertad llegó rápidamente y con ella las malas compañías.
“Crecí solo con mi mamá, mi papá nos abandonó cuando yo tenía tan solo 2 años, él era pescador, tomó sus cosas y se fue con el río.
Desde ese momento fue batalla para nosotros ya que mamá tenía solo 16 años y una criatura en brazos, sin experiencia laboral ni estudios terminados.
Vivíamos en una casa de madera y cartón, donde el agua nos llegaba hasta las rodillas”, relató el joven en conversación con Crónica.
Tuvo varios padrastros que “solo se dedicaban al alcohol o las drogas, y fue así detrás de un viejo borracho adicto al crack que me terminé enganchando a los 9 años. Mi mamá murió cuando yo tenía 14.
Ella era recicladora y un camión le atropelló sobre 21 Proyectada, me quedé solo y así comencé a vagar por la calle, hasta que terminé como campana”.
Entró a un grupo delincuencial conocido como “Los del Bajo”. Ellos son conocidos por lo violento que son, a base de plomo se fueron ganando el terreno en el Bañado para hoy dominar toda la zona.
Si sos adicto olvidate que vas a surtirte de otro vendedor que no sean ellos, porque te asignen”, dijo “Mbusu”.
Recordó que en una pelea que tuvieron con otro grupo, “uno de Comando murió esa vez y me culparon, aunque yo no tuve nada que ver me comenzaron a buscar, en una oportunidad me regalé y me dispararon en la espalda.
De milagro no me mataron porque corrí y me tiré entre los camalotes, me escondí casi un día, hasta que pude huir del sitio. Escapé del Bañado para salvar mi vida”.
He’i que conoció a una familia y ahora está estudiando jey
“Entre tanta mala suerte, Dios me puso en mi camino a unas personas que me ayudaron a salir de ese mundo, son dos personas que le conocían a mi mamá y que por mucho tiempo me estuvieron buscando después de que ella falleció”, relató Yerson.
Siguió un duro tratamiento de desintoxicación, le sacaron de las calles y ahora está estudiando electricidad automotriz.
No quiso que se hable del lugar donde vive ni donde estudia, porque según Yerson, su cabeza tiene una bala con su nombre aún y si saben en dónde él está, irán en su búsqueda.
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