• Licenciada Rocío Paredes
• Psicóloga Clínica

La vida me dio muchas pruebas difíciles, en la última que tuve mi señora se fue de la casa y me dejó con 4 hijos, cuando eso toditos menores hace 5 años.

A partir de ahí, soy mamá y papá, y te aseguro que no es fácil… Ella se fue sin nada, nunca más vino a ver a sus hijos. Fue poco después de que uno de mis amados hijos falleció, según los profesionales pudo haberle afectado eso.

Yo traté mucho de que acuda a consultar, pero ella no aceptaba ayuda profesional. Empezó a tomar y ya le llovían amigas que le hacían la liga, le decían que ella era joven y que yo la tenía como esclava.

Nunca le hice faltar nada, ella nunca salió a trabajar, ni en el súper se iba, yo tenía que acarrearle todito, pero igual no valoraba. Y cuando ya no pude le pedí que me deje los chicos y sin problema me dejó todo y se fue a buscar su felicidad, es lo que ella manifestó. Después de un tiempo se supo que fue a vivir en un barrio marginal con un marginal.

Ahora mis hijos ya están grandes y estudiando, puedo decir que ahora ya estamos bien, pero los primeros tiempos fue muy difícil, imagínate yo salgo a las 04:00 y estoy de vuelta a la noche ya en la casa.

Desde entonces ando solo, quién le va a querer a un papá con cuatros hijos, es lo que te puedo resumir, mi vida entera te serviría para un largometraje.

Me volví a juntar una vez, pero mis hijas principalmente no aceptaron del todo, entonces decidí cortar la relación y me quedé con mis hijos. Ahora, si voy a hacer algo, será fuera de casa, arriero pórtepe, como se dice.

Con todo eso logré que mis hijos siguieran estudiando, para mí ya no me sobra para comprar nada, por eso te digo que mi vida entera es como una telenovela mexicana, me caí muchísimas veces, pero hasta ahora logré levantarme. Digo por las tantas pruebas que voy sorteando.

Te cuento que mi lucha viene desde mi niñez, soy primero de tres hijos sin padre. Comencé a trabajar desde los 9 años y hasta ahora sigo sin parar, comencé vendiendo diarios, helados, trabajaba en tambos, repartía leche etc., etc.

A los 17 años me presenté para el cuartel, me enviaron a Mariscal Estigarribia, Chaco, y ahí ni te imaginas lo que pasé, parece que estoy recordando todo, principalmente del hijo que perdí.

Es irremediable, los recuerdos perdurarán por siempre, pero no me pongo triste, no hay tiempo, los fines de semana estoy en casa y ahí tengo que convertirme en pulpo y disfrutar de mis mayores tesoros que la vida me concedió. JOAQUÍN, DE BELLA VISTA, 58 AÑOS.

LA RESPUESTA: CÓMO LEVANTARNOS DE UN DESAMOR

Aceptar la situación es clave para recuperarse

Las pruebas de la vida fortalecen, sobre todo si pesa más el cariño de los hijos que son como extensiones nuestras o de aquellas personas que son caras a nuestros afectos. Si se fue el amor no te lamentes, las cosas pasan por algo y sin buscar culpables o juzgar es mejor dejar ir en paz al que decide buscar otro lado la felicidad.

Cada quien tiene sus razones y el sufrimiento va por dentro, no importa quién se va, una separación tiene sus secuelas por toda la inversión emocional que se pone en el proyecto de pareja.

El desamor es un proceso necesario y doloroso que, pese a que cualquiera puede terminar una relación, cada persona lo vive a su manera.

Uno puede sentir literalmente cómo el corazón se hace cenizas, pero aceptar la situación es clave para empezar el proceso de recuperación, en ese tiempo se experimentan emociones negativas como la frustración, rabia, uno busca al culpable del quiebre, pero debemos tener una mentalidad compasiva sobre uno mismo.

Sí, tenés razón, los recuerdos perduran en la memoria, pero tenés que vivir tu presente y disfrutar de las cosas que te hacen bien, si en algún momento sientes tristeza busca refugio en tus creencias y hablá con alguna persona de tu confianza.

Lo importante no es cuantas veces caemos sino cuántas nos levantamos. Aprovecha el tiempo para vos, para tu desarrollo personal, cerrá las heridas, pero no el corazón, todavía tiene mucho porqué luchar y amar.