EE. UU. La luna de miel es un clásico tras el casorio. Pero ¿en realidad se ajusta a lo que cada uno de los que conforman la pareja sueña? ¿Y si uno quiere playa y el otro montaña?

Pero a pesar de que suene raro de que las parejas decidan tomar un rumbo cada uno por su lado para celebrar su unión, al parecer es una moda que se va instalando de poco.

Por lo menos es lo que revelan los casos recopilados por el diario The New York Times, que confirman que algunas parejas deciden viajar miles de kilómetros lejos uno del otro porque saben que, para ellos, las experiencias por aparte pueden ser más valiosas que las obtenidas en pareja si se comparten.

“Ninguno de los dos quería estar donde estaba el otro”, dice Irene O’Brien, de 37 años, en uno de estos relatos.

En 2016 ella celebró su luna de miel en Canadá mientras que su esposo lo hizo en Francia. Por su parte, Pawel Frackiewicz, de 33 años, dedicó parte de su luna de miel a su esposo, pero luego optaron por separarse. Él siguió haciendo turismo y ella un voluntariado en la India.