Es solo un deporte, dicen siempre. Pero no, muchas veces es algo más que eso. La historia del delantero Carlos González Ozuna, de San Lorenzo, es digna de destacar.

“Estoy pasando un gran momento y todo es obra de Dios, no tengo dudas de eso, pasé muchos malos momentos pero ahora disfruto de las buenas”, contaba a Crónica el goleador.

Es por eso que hay que conocer el pasado del “Cuervo”, como lo apodan, porque no fue todo color de rosa. González militó en varios clubes del ascenso, lo que es sinónimo de sacrificio.

“Cuando estuve en la Intermedia, y el campeonato terminaba, tenía que hacer otras cosas para que mi familia esté bien. Hice de todo un poco, fui carnicero, bombero, vendía asaditos también frente a casa, de todo uno tiene que hacer”, agregó.

¡Ojapopaite! De todos los oficios que tuvo que aprender, el pelotero de 33 años aseguró que el más difícil fue…

“Cuando trabajé en la carnicería, el año pasado, sí que fue hendy. Me tenía que despertar las 3 o 4 de la mañana, hasta las 6 de la tarde a veces. Un amigo me llevó a su carnicería en Luque, por suerte, porque el campeonato ya había terminado”, relató.

El año pasado estuvo anotando goles en Guaireña, que casi ascendió, lo que sirvió para que los capos del “Rayadito” lo miren.

“Cuando me llamó el presidente de San Lorenzo no dudé un segundo, sabía que era una oportunidad que Dios me estaba dando para jugar en la Primera, ahora lo que más quiero es permanecer acá y ayudar más a mi familia”, finalizó. ¡Perseveró y triunfó!

González y su gran sueño de jugar por la selección nacional

Como todo paraguayo, sueña alguna vez con jugar para su selección. Si bien Carlos González Ozuna recién se está mostrando en la Primera, no pierde las esperanzas y a sus 33 años admite, “estoy a un paso de la selección, sé bien eso y aseguro que alguna vez voy a vestir la albirroja.

Es otro de los grandes sueños que siempre tuve y estoy muy confiado que se me va a dar alguna vez. Con trabajo y más trabajo creo que puedo llegar”, relató el “Cuervo”. Y si sigue marcando, no es descabellado pensar eso, eh.

Por las dudas, no preguntó…

Además de deleitar con sus goles en el ascenso, a Carlos González también le tocó jugar en un país poco común para nuestros futbolistas.

En Indonesia defendió los colores de Persiba Balikpapan, por siete meses, y no se olvida de esa experiencia, ni de la comida…

“Seguramente me dieron de todo, che ha’únte, no quería luego ni preguntar por las dudas (entre risas). Pero no me puedo quejar, aprendí muchas cosas de esa cultura, son muy responsables”, contó.

Por clubes del ascenso y con aventura foránea

El delantero Carlos Gonzá lez Ozuna nació en Luque, el 8 de febrero de 1986. Pasó por varios clubes del ascenso nacional. Carrera: 18 de Enero, 3 de Febrero, Olimpia de Itá, Sport Colombia, Guaireña y San Lorenzo.

En el extranjero: Sacachispas, Victoriano Arenas (Argentina); Persiba Balikpapan (Indonesia).

“Tiene una afición muy exigente”, tiró

Obviamente, Carlos González no podía dejar pasar hablar de su presente en San Lorenzo. Después de pelearla, tuvo su chance con Sergio Orteman.

“Tenemos un plantel muy frondoso, por más que no parezca, todos pueden ser titulares, eso es lo bueno. Encima tiene una afición muy exigente y eso motiva mucho a cada jugador, de por sí es un club que te obliga a ganar siempre, estamos por buen camino”, agregó el delantero.