Convertirse en un “papá luchón” para muchos hombres es algo casi difícil o en muchos otros casos, hasta se desligan de la verdadera responsabilidad de la paternidad y dejan a que las mamás se las arreglen con sus “bendiciones”.
El caso de Adán Báez es diferente a los “papás comunes”, ya que él hace el papel de mamá y también de papá, luego que se separó y decidió arreglárselas solo con su pequeño bebé.
“Cuando él era bebé ya le traje conmigo, tengo dos hijos, pero él vino conmigo y el otro se quedó con su mamá”, empezaba contando Adán, quien todos los días saca a su pequeño con él para trabajar, ya que no hay alguien en quién confiar.
Adán contó que anteriormente se dedicaba a vender artículos para autos, pero hace cuestión de 4 a 6 meses que entró en el mundo de los productos de limpieza ya que así en su carrito le lleva a su hijo.
“Él a veces duerme y eso, ya está más que acostumbrado y la gente ya nos conoce todo por la zona”, he’i el arriero.
Resaltó además, que él creció en un albergue de niños carenciados, lejos de su familia y que no quiere que su hijito pase por eso y es por ello que le saca con él.
“Yo sufrí de niño y no quiero que él pase por eso. Cada mañana se levanta conmigo y ya se prepara para ir a trabajar, muchas veces él mismo me dice para salir a trabajar porque sabe que si no trabajo no vamos a tener nada”, contaba el joven padre mientras unas lágrimas caía.
Su pequeño de 2 años es su motivo del día a día para seguir sacrificándose y poder darle una mejor vida.
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