Bombero, sacerdote y héroe, Jean-Marc Fournier, el capellán de la brigada de bomberos de París, entró a la catedral para rescatar sus reliquias.

Al enterarse la noticia el lunes, Jean-Marc Fournier corrió directamente hacia la catedral con un solo objetivos: salvar el Santísimo Sacramento del altar y la corona de espinas del templo.

El religioso es ya considerado un héroe por muchos, ya que su actuación fue clave para salvar esos objetos de un valor incalculable.

Se temía que ambos objetos religiosos se perdieran cuando las llamas envolvieran el edificio medieval, pero el padre Fournier se aseguró de que fueran llevados a un lugar seguro.

Muchas obras pudieron salir intactas gracias a la acción de “una cadena humana”, en palabras de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, compuesta por los bomberos, los agentes de seguridad, el equipo del arzobispado y los técnicos del Ministerio de Cultura francés.

El sacerdote francés que ayudó a los heridos en el ataque terrorista al teatro Bataclán en París en noviembre de 2015 y que sobrevivió a una emboscada en Afganistán, fue uno de los tantos héroes que lograron rescatar los tesoros del incendio de la catedral de Notre Dame.

El Papa pidió movilización de todos

El papa Francisco manifestó su tristeza por el incendio que destruyó gran parte de la catedral de Notre Dame, en París, por lo que apeló a una movilización general para la reconstrucción de la que llamó una “hermosa joya en el corazón” de la capital francesa, “patrimonio arquitectónico y espiritual” de la humanidad.

Francisco, quien aseguró estar orando por la tragedia, lamentó los daños al edificio y afirmó: “Me doy cuenta de que también ha afectado un símbolo nacional muy querido en los corazones de los parisinos y franceses en la diversidad de sus creencias”.