Tres meses después de sucedido el hecho, la pericia forense confirmó que la beba de 1 año que supuestamente había sido abusada por su padre, en realidad había muerto por una infección.
El hecho ocurrió el 13 de marzo pasado en la ciudad de Capiatá, donde la beba terminó falleciendo en el Hospital Materno Infantil de esa ciudad. De acuerdo al dato preliminar de los médicos en aquel entonces, se sospechaba que la nena había sido abusada sexualmente.
A raíz de eso intervino el Ministerio Público con una exhaustiva investigación. Finalmente, la autopsia practicada comprobó que la niña nunca fue abusada. El fiscal Blas Imas explicó que el informe patológico de la autopsia realizada detectó una grave infección por un germen mortal. Señaló que los médicos cumplieron con todos los protocolos, pero la infección la mató en contadas horas por síntomas propios de la enfermedad.
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