“Las mujeres no paraban de llegar” aseguraron los vecinos que fueron los que llamaron a la Policía; las yiyis eran “amigas” ndaje.

Después del 2-0 ante Qatar, como parte de los preparativos para trancar en la Copa América, algunos jugadores de la selección rapai se “pasaron” con el festejo. Ayer comenzaron a saltar más detalles y se supo que uno de los que estuvieron presentes fue el delantero Gabriel Jesús que “fiesteó” como si fuera la última farra.

Luego de las declaraciones que debió tomar la Policía, que fue la que cortó la “jodiña”, saltaron algunos detalles. Se supo que todo comenzó a las 19:00 horas, incluso antes del chute, y que terminó pasadas las 4 de la madrugada cuando aparecieron los uniformados. Además, pese a que los vecinos dijeron que “las mujeres no paraban de llegar”, y que aseguraron que entre ellas había “bandidiñas”, el “organizador” de la fiestita, identificado como Eduardo Bastos, dueño de la residencia donde todo pasó, he’i que na’que ver: “Llegaron varias mujeres, pero no eran prostitutas. Eran las parejas de los presentes y algunas amigas”.

“Ha sido una confusión y creo que voy a pasar un tiempo sin organizar una fiesta”, concluyó el brasileño, que encima deberá pagar una multa por el guyryry.

No hicieron nada malo dijo la CBF

Al decir de la Confederación Brasileña de Fútbol, no pasó nada malo. Comunicado mediante, aseguraron que los jugadores no debían presentarse a ninguna concentración y por lo tanto podían hacer lo que les calentara. Después de los chutes amistosos tienen la “noche libre”, por lo que no se falló en lo que a la disciplina dentro de la selección se refiere. ¿Habrá algún otro lesionado?