Ayala es un capo en la medicina animalera y asegura que aprende también de las experiencias empíricas de los funcionarios.

“‘Hipólito’ está en un 90% recuperado, de a poco va mejorando y desde aquel día hasta hoy podemos decir que está muy bien”, empezó contando Diego Ayala, el veterinario quien está al cuidado del hipopótamo.

Mientras que Ayala seguía describiendo el diagnóstico favorable de “Hipólito” resaltó que la intención de quien tiró el objeto capaz no fue de lastimarlo hasta ese punto, pero sí fue una actitud totalmente irresponsable.

“La intención de quien tiró el objeto seguro no fue para lastimarlo, solo que muchas veces uno quiere que salga para verlo y capaz así pasó”, decía el veterinario.

Ayala desde hace 7 años forma parte del equipo médico del zoológico y más aún es integrante de la Fundación “Maris Llorens”, quien siempre está a disposición atendiendo las necesidades de los animales.

“En verdad no es fácil ser veterinario porque tu paciente no te dice dónde es lo que le duele, porque no habla, pero todo es por vocación también”, decía el doctor, quien en el 2007 se recibió de veterinario en la Universidad Nacional de Asunción.

Su pasión se nota en la atención que da a cada animal, y saber que muchas veces colegas de otros países le llaman para saber cómo tratar a otros animales es una satisfacción personal que él tiene, ya que en Paraguay la medicina para los animales no es muy avanzada como en otros lugares.

Gracias a la fundación se puede hacer muchas cosas

El doctor destacó que la ayuda de la Fundación “Maris Llorens” es indispensable para los tratamientos de los animales ya que cuando empezó en el lugar muchos animales no tenían ficha y muchos menos la edad.

Destacó además que muchos de los medicamentos son dados por la fundación.

“Muchas de las cosas sabemos por los animaleros que trabajan desde hace años en el zoológico, por el año en que vinieron o por el tiempo que están en el lugar”, he’i Ayala.

“Acá en Paraguay no tenemos un odontólogo veterinario”

Mientras que el médico seguía describiendo sus buenas experiencias dentro del zoológico, contó que una vez “Hipólito” tuvo una caries y ante su instinto animal la solución para eso es sacarse, pero al percatarse de eso él tuvo que consultar con un odontólogo de humanos para saber más o menos cómo tratar ese problema y por lo menos aliviar al animal.

“Acá en Paraguay no tenemos odontólogo veterinario. Acá muchas veces tratamos de sanarle con lo que se puede y también llamamos a otros colegas del extranjero para poder recibir alguna recomendación”, decía el doctor de animales.

NO PENSÓ. El doctor aseguró que nunca se imaginó que formaría parte del equipo de veterinarios del Zoológico de Asunción. Pero asegura que está contento en donde está y no dejó de destacar la ayuda de la fundación para con los animalitos.