Un 7 de junio del 2017, José perdió totalmente la vista. Cayó en una depresión, pero luego sacó fuerzas para seguir adelante.

Él es José Duarte, un mitãrusu de tan solo 24 años, quien quedó ciego a consecuencia de un accidente laboral. Su vida cambió en un abrir y cerrar de ojos y desde entonces todo tuvo un nuevo rumbo. “Trabajaba en un taller de chapería y pintura, fue ahí donde me vino el tiro del remolque por la cara, salió volando y fue directo a mi frente, por mi cara, fue ahí donde explotó mi vista”, decía José.

Los primeros días fueron duros, tal como él lo describió, ya que no sabía la gravedad del accidente, hasta que un doctor le dijo: “Estás totalmente ciego, ya no vas a ver”. El impacto fue algo que ni él mismo puede describir, solo asegura que se invadió de llanto. “Me dijo de una el doctor, yo salí de ahí llorando, fue muy triste para mí. Mucho tiempo estuve así, porque me sentía algo de inútil, por qué cómo iba a retomar mi vida”, contaba José.

“Se curuvicó mi hueso, otiri por así decirlo, por eso yo tengo todo platino en la cara”, decía José, quien luego de sus días malos tomó fuerzas de todos lados y se decidió a seguir con su nueva vida y salir adelante como sea. Así empezó a trabajar de mecánico de motos, una pasión que lleva desde que era un niño.

“Una vez alguien me dijo para cambiarle algo en su moto, le dije que lo iba a hacer y así empecé. Ahora la gente no cree que soy mecánico con mi condición, pero ya tengo mi clientela, hasta de donde voy a comprar repuesto no pueden creer, pero sí hago y me gusta mi trabajo”, decía el mecánico valécho.

“Sueño con poder volver a ver alguna vez otra vez”, he’i José

José, entre todo lo guapo y capo que es en el mundo de la mecánica de motos, contó que desde los 8 años empezó a manejar, ya que aprendió de su papá que era chofer. Su pasión por los automóviles siempre estuvo y más por las motos.

El joven dijo que no pierde la esperanza de ver otra vez. “Sueño con poder volver a ver alguna vez otra vez, la medicina está avanzada y hoy día todo se puede, es cuestión de fe y de querer nomas”, he’i José, quien se lleva el aplauso y la admiración de muchos quienes saben de su condición y como se las ingenia para salir adelante.