JAPÓN. Aunque parezca difícil de creer, existe un museo de la caca y está cerca de Tokio, en Japón, pero hay que aclarar que se trata de popó artificial. Es el museo Unko, el cual tiene fascinados no solo a los residentes de la zona, sino también a los turistas y que en un mes de su apertura ya recibió a unos 100.000 visitantes.
Los visitantes del museo reciben una breve introducción en video y luego se les pide que se sienten en uno de siete inodoros coloridos que adornan el lugar. En el museo hay souvenirs coloridos y una escultura en el techo de la sala principal hace erupción cada 30 minutos escupiendo pequeñas heces de espuma.
Un área digna de Instagram incluye caca voladora de tonos pastel y un letrero en neón con la palabra “excremento”, escrita en diferentes idiomas.
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