“Muchos se sorprenden, pero para mí es normal”, dijo la abuelita de 94 años, quien cuida del camposanto
EN PAZ Y EN FAMILIA
¡Tiene un cementerio con 26 tumbas en su casa!
Doña Rita Benítez viuda de Gavilán vive en la compañía Azcurra, de Pirayú, y tiene a sus familiares descansando en paz en su propio hogar
Cada lunes, doña Rita Benítez viuda de Gavilán (94) se levanta ni bien el sol comienza a ganarle la pulseada a la luna, y lo primero que hace es ir a visitar la tumba de su marido Julián, quien falleció hace 29 años. La abuelita solo necesita abrir la puerta de su vivienda y caminar unos cinco pasos para llegar al lugar donde su eterno amor descansa en paz. El panteón está en el predio de su casa. Pero no solo su marido yace allí, sino también otras ¡25 personas! Y es que en el patio delantero de la residencia, aparte de un hermoso jardín y árboles enormes que adornan el sitio, también hay ¡un cementerio!
“Todos son familiares los que aquí descansan en paz, solo uno lo que es de otra familia”, contó doña Rita, quien vive en la compañía Azcurra, de Pirayú, y es la encargada de cuidar el camposanto. “Es como que todos los días hay una reunión familiar en el patio delantero. Yo me encargo de cuidar y limpiar todo. Muchos se sorprenden, pero para mí es normal”, agregó la abuelita en nuestro dulce idioma guaraní. “Esto (el camposanto) está aquí desde hace muchísimos años. Yo vivo en esta casa hace 50 años por ahí y cuando llegué con mi marido ya estaba el cementerio. Son todos de la familia Gavilán, o sea de la familia de mi esposo”, contó.
“Para nosotros significa mucho porque es como tenerles a nuestros seres queridos al lado nuestro, pese a que ya no están”, comentó por su parte don Ramón Benítez, uno de los 8 hijos de doña Rita y quien también vive en la casa. “Aparte de mis padres, aquí están mis tíos y otros parientes de mi papá”, explicó. “Cada tanto llega alguno que otro familiar para rezar y recordar a los que ya no están”, finalizó.
“Espero que me coloquen al lado de mi marido”
Doña Rita comentó que tener en el patio de la casa el panteón de su marido le da paz, tranquilidad y, por sobre todo, le hace sentir los buenos momentos que pasaron juntos. “Al abrir mi puerta y ver el panteón de Julián ya automáticamente me vienen los recuerdos de nuestro amor. Es el amor de mi vida y seguimos juntos, es como si estuviésemos mirándonos los dos. A veces hasta siento que está presente”, dijo.
La abuelita explicó que hace 29 años, cada lunes va a rezar y pasar el mayor tiempo posible allí. “Le rezo los lunes nomás porque si lo hago todos los días ikueráita (risas)”, bromeó. Doña Rita dijo que tiene un deseo que quiere que le cumplan cuando el de arriba la llama: “Espero que me coloquen al lado de mi marido Julián. Ojalá se pueda”, finalizó.
Le preguntan si hay póra he’i
Hablar de cementerios siempre hace que nazcan preguntas con relación a lo paranormal. “Los que nos visitan por primera vez y cuando ven el cementerio lo primero que nos preguntan es “¿hay movimientos raros o hay póra?” Yo la verdad nunca escuché nada, tal vez porque ya nos acostumbramos, pero yo no creo luego mucho en eso”, comentó don Ramón.
“A muchos de los que aquí descansan en paz no les llegamos a conocer en persona, pero sí sus historias y lo que hicieron en vida”, finalizó.
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