ESTADOS UNIDOS. El matrimonio, de origen asiático, había acudido a la clínica CHA Fertility Center de Los Ángeles, donde, después de muchísimos intentos fallidos, la esposa logró quedarse embarazada implantándose embriones en su útero.
Sin embargo, cuando la mujer dio a luz a dos bebés, vieron que estos no tenían los ojitos estirados como todos los asiáticos y no entendían qué fue lo que ocurrió.
La propia clínica realizó una prueba de ADN, la cual reveló que los mellizos pertenecían genéticamente a otras dos parejas. Por este motivo, finalmente se vieron obligados a entregar a los pequeños a sus padres biológicos.
La primera señal de que algo estaba mal apareció en los primeros meses del embarazo, cuando la ecografía mostró que la mujer estaba gestando a dos varones, mientras que los médicos les dijeron que habían usado embriones femeninos. En ese momento, los especialistas intentaron convencer a la pareja de que la ecografía “no era luego una prueba definitiva”.
Ahora, los padres acusan a la clínica de una negligencia médica que les ha causado “un sufrimiento emocional permanente”, según la demanda.
La pareja he’i que gastaron un dineral entre el tratamiento en la clínica, pagos a médicos, costos de viaje y medicamentos, que desean recuperar mediante la demanda.
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