BRASIL¡Ñandejára! La policía civil rapai descubrió una fábrica clandestina en Itajaí, donde fabricaban coches deportivos de los más puretes.
Al abrir la fábrica pillaron autazos así una onda “Rápidos y furiosos”, y la mayoría eran autos Ferrari y Lamborghini.
Las réplicas eran hechas en el taller descubierto, con múltiples herramientas, moldes, chasis y copias elaboradas a partir de fibra. Era manejado por un padre y su hijo quienes vendían los móviles por internet. Los precios de los autitos que manejaban eran de entre 180 y 250 mil reales, cuando realmente cuestan entre 1,5 y 3 millones de la misma moneda.
“Los propietarios del lugar, padre e hijo, serán procesados por delitos contra la propiedad industrial”, ya avisó la entidad que se ocupó del operativo, ya que los mismos ponían motor de un Chevrolet y otros materiales de cualquier auto de plaza. ¡Avivados!
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