EE. UU. La fiebre de los videojuegos llega a límites insospechados. Como el caso del joven Jordan Herzog, a quien su propio padre sacó de la escuela para que pueda practicar para un certamen internacional del famoso juego Fortnite.
Dave Herzog, su papá, dijo a The Boston Globe que de chico ya vio en su hijo talento para los videojuegos, por lo que en lugar de frenarlo, lo alentó. Hoy, a 13 años de haber jugado por primera vez, el chico de 16 años dejó ya la escuela para dedicarse de lleno a los juegos. La decisión fue impulsada por su padre.
Su meta más próxima y grande es competir en el campeonato mundial de Fortnite, un videojuego desarrollado por Epic Games que en marzo de este año llegó a ser jugado por 250 millones de usuarios.
La competencia es importante porque tendrá un jugoso premio de 30 millones de dólares; así que Jordan Herzog invierte gran parte de su vida en entrenar. Actualmente pasa entre 10 y 14 horas frente al monitor con el objetivo de convertirse en campeón.
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