Desde los 15 años que doña Gladis Anuf (68) se dedica a la venta de estampas de santos por las calles de nuestro país. Trabajadora como pocas, en esos 53 años que pasaron se ganó el respeto y no hay quien no la conozca por el centro de la capital, siempre con una lámina religiosa en la mano. Pero hay una que ofrece de una manera especial: La de San Cayetano.

“Hoy es su día y le doy las gracias por todo lo que me dio”, confesó la doña. “San Cayetano me dio todo lo que tengo. Es el que me dio de comer toda la vida y el que me protegió siempre en las calles. Nunca me desamparó y siempre me dio trabajo. Desde los 15 comencé a vender sus estampas y todo lo que tengo es gracias a eso. Gracias a esta labor pude sacar adelante a mis hijos”, dijo emocionada.

Ña Gladis comentó que este trabajo no solo lo realizó en Asunción, sino que en casi todo el país y asegura que hizo conocer al santo a muchos paraguayos.

“Vendí estampillas de San Cayetano a casi todo el país. Es así. Mi hijo siempre me lo recuerda”, contó. “Recorrí por todo el país vendiendo estampillas. Estuve por Encarnación, Ciudad del Este, Pedro Juan Caballero, San Ignacio Misiones, etc, incluso fui a la Argentina donde también hice esta labor. Y en la capital del país no hay un solo rincón que no conozca. Éramos tres amigas que no nos separábamos y hacíamos este trabajo siempre juntas. Puse en las manos de muchos compatriotas la estampilla de San Cayetano”, omombe’u.

Actualmente, ña Gladis está con problemas de salud que le ataja un poco para salir a las calles. “Pero siempre San Cayetano está conmigo y me ayuda en todo. Siempre me encomiendo a él”, confesó.

Sigue sus pasos: “Desde los 15 años que vendo estampas con mi mamá”

Según nos contaron los hijos de doña Gladis, su madre es toda una guerrera y sacrificada como pocas. Llegó a criar sola a 6 hijos de bien (uno ya falleció) con la plata que ganaba con la venta de las estampas.

“Mi mamá es un ejemplo para todos nosotros. A ella se lo debemos todo”, contó Diana Anuf, una de las hijas de ña Gladis y que también se dedica a la venta de estampillas en la zona de Luque donde el rollete compra de ella. “Desde los 15 años que vendo estampas con mi mamá. La estampa primordial que siempre vendimos fue San Cayetano. También vendemos estampas de otros santos, pero San Cayetano es el primordial. Lo primero que le ofrecemos a la gente es San Cayetano, porque sabemos que él cumple en todo”, confesó.

“Siempre hay personas con fe que compran”

“Yo salgo a recorrer porque me gusta hacer esto. Lógicamente necesito también y por eso trabajo, pero también porque me encanta hacerlo y hablarle a la gente de San Cayetano”, agregó ña Gladis. “Siempre hay personas con mucha fe que compran las estampitas, nunca se sale de balde.

Los que tienen sus negocios los que más compran y los que piden para que nunca les falte el pan en la mesa”, añadió. “No es fácil ofrecer las estampas en la calle porque hay personas de diferentes clases, personas de otras religiones, y no es fácil acercarse a ellos, pero nunca le faltamos el respeto a nadie”, finalizó.