RUSIA. Ocorre un video donde se ve a una familia que está a punto de bautizar a su pequeño de un año. Todo iba bien hasta que el sacerdote Vasili Necheporenko agarró al niño para meterlo en la pileta con el agua bendita.
El bebe’i pobrecito no paraba de llorar mientras que el sacerdote forcejeaba para lograr meterlo a la fuerza en la gran pila bautismal.
La mamá del pequeño medio que se dio cuenta que el sacerdote estaba siendo muy agresivo, por lo que se acercó y quiso estirarle a su bebé, pero el pa’i le impedía.
Anastasía Alexéyeva, mamá del pequeño, he’i que su hijo resultó herido y sufrió un trauma psicológico por las acciones del clérigo: “Tiene arañazos en el cuello y el hombro” y “ahora tiene pánico a todo”, declaró. Mientras que el cura he’i que no hizo nada peligroso ni extraordinario durante la ceremonia y culpó a la mamá de alarmarse sin razón porque “tal vez esté aburrida o tenga mucho tiempo libre”.
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