En la vida nadie se salva de las personas que se adueñan de lo ajeno, y eso lo sabemos bien todos. En cada esquina, desde los barrios más bajos hasta de los más “caté”, una que otra persona es víctima de robo, que generalmente se dan por manos de los motochorros que cada vez van en aumento. Y es que cuando decimos que nadie se salva, nos referidos hasta a los que ya se fueron al más allá con la intensión de tener un descanso eterno.

Había sido los cementerios son los lugares en donde también “se pierden” cosas, y en eso incluimos avei a las famosas coronas de flores que le regalan a los difuntos, y que por cierto hepy. Atýra denuncias a diario se realizan por medio de las redes sociales de cosas que se perdieron en los campos santos, y quienes caen como principales sospechosos son los propios sepultureros.

Gabino González se dedica a esa labor en la ciudad de Capiatá, pero él se defendió con todo de las personas, que según él “hablan todo de balde”. “Nosotros tiramos las cosas que no sirven, y las coronas en dos o tres días ya se pudren todo y eso es basura, nosotros no llevamos nada, la gente habla sin saber”, he’i el capo.

Aseguró que son los propios encargados voi quienes dan la orden de entrarle a la limpieza en el barrio de los muertos. “Los jefes nos dicen para juntar y tirar todo, no hay que se pueda vender de eso”, le bajó. Agregó que hace 8 años que trabaja en este cementerio y que ya está voi acostumbrado a que el rollo les eche la culpa de todo.

“Acá todas las noches entran los chespiritos” he’i

Gabino avei aclaró una cuestión que muchas personas saben, pero que tratan de omitir para culparle a los sepultureros nomás ya. “Acá todas las noches entran muchos ‘chespiritos’, siempre llevan de todo, ellos lo que roban”, he’imi el karai.

Agregó que todos los días avei entran todo tipo de personas al cementerio, quienes no justamente lo hacen para visitar a sus familiares difuntos. “Acá hay gente que controla, pero es difícil que sea en general, porque es muy grande”, explicó. Agregó que los que laburan en el cementerio todos los días avei se encargan de vigilar a los que ingresan con manos vacías y salen con algo ajeno.

CRUZ DE BRONCE. Gabino he’i que lo que más llevan los adictos de la zona son las cruces que se hacen de bronce. “Por eso ahora la gente no trae tanto esa clase, sí o sí en las semana ya viaja”, explicó sarcástico el sepulturero.