Tenía un don oculto con el que nunca pensó que iba a trabajar. Hoy mantiene a toda su familia con las esculturas.

Sus manos guardan recuerdos inolvidables, cada pequeño golpe en la madera lo traslada hasta la imagen de su gran maestro, quien antes de partir al más allá, le dejó una herencia inolvidable. Don Luis es un gran artesano, y plasma en la madera hasta las imágenes más difíciles de hacer. Lo más trascendental de su historia es que a sus 25 años no sabía que en poco tiempo explotaría un don que se mantenía oculto dentro de su ser.

“Nunca me imaginé que yo iba a hacer tallado en madera”, afirmó a Crónica el capo, que ahora ya es hasta conocido por todo su trabajo. Desde tempranas horas del día hasta altas horas de la noche este valécho imaginero le da vida a todos los santos que muchas personas le mandan hacer.

“Cuando tenía 25 años, don Miguel (su maestro) me invitó para ayudarles y desde ahí no paré más de hacer los trabajos”, aseguró refiriéndose a su suegro y maestro, otro capo imaginero.

Sostuvo además que con todo lo que aprendió en este tiempo, puede mantener a toda su familia. Gracias a todo lo que su finado suegro le enseñó, asegura que ya puede hacer hasta lo imposible en la madera ndajeko.

“Y lo que venga hago, la gente solo me trae una foto de lo que quiere o me envía, y me dice la medida que quiere. Ahí yo ya empiezo a trabajar”, explicó.

Don Luis vive en la ciudad de Tobatí, departamento de Cordillera, en donde tiene su gran taller, ahí es donde ve nacer a todos los santos.

Con la ayuda de todos sus santos hace tallados purete

El trabajo de don Luis, además de llevar mucho talento, también está lleno de fe, ya que avei él profesa la religión católica. “Ellos siempre me ayudan cuando voy a tallar la imagen”, dijo refiriéndose a los santos.

Sin duda alguna, ese singular dato hace que toda la madera que trabaja don Luis sea algo más que una simple imagen, ya que está hecha con manos de fe. “Muchas personas saben que yo lo hago con cariño, por eso ven diferente las imágenes que yo tallo”, he’imi. Por otra parte, este valécho imaginero contó que todas las herramientas que utiliza son caseras, ya que él nomás las fabrica.

GENERACIÓN. Así como su suegro le pasó su gran talento, don Luis cuenta que avei quiere que sus hijos sepan tallar la madera como él. “Yo quiero que mis hijos sepan también hacer, mi hijo de 14 años ya me ayuda en el taller desde ahora”, aseguró.

PROMOCIÓN. Aseguró avei que si bien es muy conocido por su zona, quiere llevar su trabajo hasta en los rincones más lejanos del país. “Nuestro trabajo es muy lindo, pero lo que nos falta es tener promoción para que todos nos conozcan”, aclaró.