Un mitãrusu fue a buscar la ayuda de la Justicia para que lo ayuden en un caso de maltrato laboral, pero se le dio la vuelta la tortilla. Este hecho sucedió en la ciudad de Encarnación, en Itapúa, cuando el joven Wilson Robert Fernández, de profesión panadero, fue a denunciar en la Comisaría 2.ª supuestamente a su jefe por maltrato laboral e incumplimiento de salario.
Upéi empezó a cambiar el yvytu con el denunciante, cuando peló su cédula. El oficial interviniente metió sus datos y la compu arrojó que tenía una orden de captura pendiente por el supuesto hecho de robo agravado en Kuruzu de Hierro, ciudad de Horqueta, y estaba firmada por la agente fiscal Liz Noemí Argüello.
Upépe hendyvéntema porque, aparte de quedarse sin trabajo, también se quedó sin libertad.
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