La calle siempre fue su segunda casa, pues no hay cosa alguna que Manuela Argüello (41) no haya hecho para ganarse la vida allí. Pero lo que le “salvó” el pan diario era su tarea como limpiavidrios. A los 18 años ya ella comenzó con eso, pero lo dejó tres años atrás, luego de la prohibición de limpiar vidrios en las calles asuncenas. Manuela decidió no dejarse vencer pues es madre de dos pequeñas y desde ese entonces ella vende chupetines en los colectivos.
“Estuve muchos años en muchos lugares limpiando los vidrios de los vehículos sobre la calle Nazareth, en Asunción. Realmente estábamos muchos ahí y teníamos un buen ingreso para mantener a nuestras familias, pero lamentablemente para nosotros salió la prohibición y no tuvimos más que obedecer. Al menos yo me ajusto a las reglas”, aseguró a nuestro medio.
No fue fácil empezar a vender chupetines he’i, “aunque costó un poco hoy estoy bien, yo subo a los colectivos y la gente me da a voluntad”, finalizó esta kuña guapa.
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