La licenciada en enfermería Sabina Zayas fue reconocida por su labor. Con su conservadora de vacunas a cuestas, la mujer llega a lugares imposibles de su comunidad, San Buenaventura, para ofrecer inmunidad a las familias.
“Si el premio es salvar la vida de un niño, vale la pena” dijo Zayas, al tiempo de contar que el lugar más distante donde debe llegar queda a 35 kilómetros de la Unidad de Salud de la Familia (USF), la comunidad de Arroyo Claro.
“Si una se queda en su unidad no va a hacer nada”, agregó la enfermera quien recorre y llega caminando varios kilómetros para vacunar.
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