Ahí va ña Emi. Camina hacia su vereda aferrada a la Virgencita. La doña implora desde un costado de su portón y luego le agradece a la imagen religiosa por un día más de vida. La misma escena se repite al mismo tiempo con su vecina y en cada casa del barrio Pitiantuta, de Fernando de la Mora.
Todos coincidieron por WhatsApp y por llamadas telefónicas que, pese a no poderse reunir una al lado de otro, sí lo podían hacer por medio de la fe. Y así lo hicieron. Ni bien el reloj marcaba las 20:00 horas, cada lugareño sacó a la vereda la imagen de la Virgen María, prendieron una vela y comenzaron a rezar, porque aseguran que es una manera especial de ponerle pecho al coronavirus y al mismo tiempo tener paz en medio de la tormenta
¿Quién se anima a negarles que la fe mueve montañas? “Las autoridades están haciendo lo mejor que pueden. Y nosotros le agregamos un arma mucha más poderosa para ganar esta batalla: la oración a Dios a través de la Virgen. Con la oración nos protegemos, a nuestra casa, nuestro barrio”, contó a Crónica ña Emi.
“Como no podemos juntarnos y aglomerarnos, cosa que está muy bien, decidimos organizar todo por WhatsApp y por llamadas, para que cada uno de la comunidad salga frente a su casa para elevar una oración poderosa. Pedimos a Dios por nuestro país, por los profesionales de la salud y para vencer esta pandemia. Y así será, porque Dios está con nosotros”, agregó.
“Con fe nos protegemos de este mal y creemos que añadiendo eso a ser responsables, seremos los vencedores”, finalizó.
“El barrio se cubrió de fe”
“El barrio se cubrió de fe y esperanza. Cada familia oró en su vereda y colocaron una especie de altar a la Virgen en su lugar”, explicaron los de la Comisión Comunidad Segura, del barrio Pitiantuta. “Sabemos que esta pandemia tiene a todos con temor, pero nosotros encontramos paz al unirnos en oración porque sabemos que Dios nos cuida”, agregó doña Matilde, quien también vive en el barrio. “Esto (los del virus) es cosa del mal y entonces la única forma de vencer es con el bien, con Dios”, finalizó.
Lugareños se emocionaron ¡un montón!
La actividad conmovió a muchos fieles, quienes con mucha emoción oraban y clamaban por el Paraguay. “Sabemos que no podemos aglomerar a las personas y por ello buscamos una manera de que el pueblo tenga ese encuentro con Jesús. Sentimos que Él está con nosotros, nos emocionamos mucho”, agregó ña Emi. “Esperamos que pronto todo esto del coronavirus termine, pero por de pronto, la única forma de encontrar paz es acercándonos a Dios”, finalizó.
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