Ahí, en su casa en Acahay, esperando que el teléfono dé buenas nuevas, está una pareja. Sus caras denotan tristeza. El aparato no hace ni un ruidito. Nunca sonó. Ya nadie les llama para contratarlos. Son Gustavo Valdez (30) y su señora esposa.
Ambos trabajan como mozo y viven de esa labor. Pero desde que comenzó la cuarentena por causa del Covid-19, todo paró. Es tal vez el oficio al cual el coronavirus venció. “Ya no trabajamos. Este oficio sí que paró 100%. Ahora estamos aguantando como podemos. Somos un grupo de 6 personas que nos dedicamos a ser mozos y que estamos pasando mal. Mi esposa y yo nos dedicamos netamente a eso”, confesó Gustavo.
La misma historia vive Aurelio Melgarejo, de San Lorenzo. “Al trabajo como mozo lo mató el coronavirus. Ojalá resucite cuando pase todo esto. Necesitamos que nos ayuden porque nuestro trabajo paró completamente. Ya no hay eventos, ni se festejan los cumpleaños ni reuniones, lo cual está bien para evitar el virus, pero nosotros los mozos ya no tenemos qué comer”, añadió.
“Sabemos que hay muchas personas en nuestra misma situación y cuyas familias dependen de ese ingreso. Esperemos que se pueda buscar una solución para todos”, finalizó.
“Nadie se acuerda de los mozos”
“Yo trato de hacer trabajos de limpieza, pintura, pero tampoco pasa nada. Si esto continúa así ya no sabemos qué lo que vamos a hacer”, dijo Gustavo. “De los mozos nadie se acuerda. Esperamos que eso cambie y nos puedan ayudar. Que piensen en nosotros que estamos hacia el interior. De esta labor vivimos y ahora ya no sabemos cómo subsistir”, agregó. “Tenemos fe que esto pueda cambiar y que podamos volver a trabajar tranquilamente. Esperamos que así sea”, finalizó.
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