• POR ARTURO ROJAS

La ciudad colombiana de Medellín, conocida por sus bellos paisajes y gente cálida, en algún momento fue un infierno. En los 80, la guerra entre los carteles narcos dominaba el ambiente, y entre balas, literalmente, un amante de la pelota no dejaba de correr por sus sueños. Vladimir Marín, colombiano que se enamoró de Paraguay, contó a Crónica otra faceta de su vida. “El amor al fútbol uno lo tiene desde chico, en el barrio y con lo que había se jugaba. Es la mejor forma de comenzar a amar este deporte, jugando por diversión”, declaró el pelado.

Marín, nacido el 26 de setiembre de 1979 en Medellín, tuvo que gambetear muchos obstáculos. “Tuve una infancia muy dura, éramos una familia de escasos recursos y crecí en un ambiente donde había mucha violencia. A veces uno no sabía si al llegar a la casa iba a estar un sicario o un ladrón esperándote, se vivía con ese miedo todo el tiempo”, tiró.

Esas imágenes que uno a veces ve en series sobre Pablo Escobar o algún documental, Marín lo vivió en carne propia. “Había días donde no teníamos para comer, solamente mi mamá trabajaba, después empecé yo, fueron momentos complicados y que mediante el fútbol pudimos salir adelante”, comentó el zurdo.

A muy temprana edad Vladimir tuvo que pasar varias situaciones de vida o muerte, y que lo obligó a hacer de todo para ganar el pan de cada día. “Trabajé en muchas cosas, hice jardinería, fui heladero, recogepelotas en una cancha de tenis, también trabajé en una pollería, la verdad que de todo un poco, agradezco de paso a todas esas personas que me dieron trabajo, porque mediante eso podía ayudar al sustento de mi familia”, aseguró

Pero detrás de ese pequeño hombre multifacético, estaba un soñador, un futbolista. “Siempre había tiempo para jugar, yo me la rebuscaba, recorría el barrio. Por suerte, cuando empecé a entrenar también algunos patrones fueron flexibles conmigo, me daban permiso para ir a practicar. Cuando debuté fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida, porque sabía que con eso podía ayudar a mi familia y gracias a Dios así fue”, finalizó el pelado, recordando el “principio del fin” de su calvario, y el comienzo de una tremenda carrera deportiva.

CLUBES. Deportivo Rionegro, Nacional, Deportivo Cali, Independiente Medellín, Rionegro Águilas (Colombia); Jorge Wilstermann (Bolivia); Atlético Paranaense (Brasil); Independiente (Argentina); Libertad, Olimpia, Luqueño, Trinidense, Athletic (Paraguay); Toluca (México).

NO PARA. Actualmente, Vladimir Marín está para jugar la Copa Paraguay (si es que se juega) por el Mariscal Estigarribia de Pedro Juan Caballero. Además, fue entrenador de la selección nacional femenina en el 2018.

¡Atenti eh! Otro Marín zurdo está surgiendo en nuestro fútbol

La sangre no es agua luego se dice. Uno de los hijos de Vladimir Marín también tiene como meta llegar a ser futbolista. Es Daniel Marín, zurdo como el padre, y lateral izquierdo, el mismo puesto que jugaba Vladimir en sus inicios.

“Estaba en Olimpia, pero lastimosamente no pudo seguir, tiene 18 años, con bastantes condiciones para llegar lejos, pero ya dependerá de él. Ahora está en las inferiores de Trinidense”, dijo.

Así que dentro de poco, si es que aparece un Marín y excelente pegada, ya saben que es el hijo del pelado.

“No dudé un segundo cuando me llamaron”

En la temporada 2007 Libertad se armó de lo lindo para ser protagonista en todos los torneos. Entre las grandes contrataciones estaba la de Vladimir Marín, quien estaba en Nacional de Medellín en ese entonces. “No dudé un segundo cuando me llamaron, el señor Horacio Cartes se portó muy bien conmigo y le voy a estar eternamente agradecido por haberme traído a este hermoso país”, comentó el pelado.

Con el Guma fue multicampeón a nivel local. “Fue uno de los mejores equipos donde me tocó jugar, sin duda alguna”, remató el zurdo.

Un título muy emotivo el que ganó con la “O”

En el año 2011, Vladimir Marín recaló en Olimpia, y el desafío era tan grande como la historia del club. “Había mucha expectativa en esa temporada, me sentí renovado porque el desafío era salir campeón como sea porque la hinchada ya estaba muchos años sin festejar. Y se dio, fue de lo mejor que viví, y en un club grande del continente y del mundo, eso no se da todos los días”, recordó el zurdo, quien fue campeón con la Franja en el Clausura 2011, más de diez años después de una sequía en cuanto a estrellas locales.

“Ese gol lo festejé tanto que casi me subí a las gradas”

De entre los grandes partidos que seguramente recordará Vladimir Marín, el 3 a 3 ante Flamengo no podía faltar. Jugando por Olimpia, se dio uno de los duelos más emocionantes de los últimos tiempos en Copa. El equipo rapai estaba ganando 3 a 0, ya era el segundo tiempo y faltaba poco para el final, pero el Decano logró empatar en Brasil.

“Ese gol de Zeballos de tiro libre nos revivió, no se nos daba y sabíamos que una chance íbamos a tener para meter algún gol”, comentó.

Marín fue el gran héroe de esa noche carioca. “Es uno de los goles más importantes de mi carrera sin duda, ese gol lo festejé tanto que casi me subí a las gradas. Tanto jugadores como hinchas la pasamos mal, nos tiraron de todo, no nos dejaron dormir, por eso festejé con rabia”, he’i.

Futbolero hasta más no poder pero… casi dejó la actividad

Vladimir Marín debutó en el Rionegro de Colombia, y de ahí le salió una transferencia a Bolivia, al Jorge Wilstermann, donde casi se encontró con el final de su carrera deportiva. ¿Por qué? “Cuando estuve en el Wilstermann casi dejé el fútbol, estábamos casi cinco meses sin cobrar, me replanteé muchas cosas, de dejar todo y volver al país y dedicarme a otras cosas, fue muy duro ese momento, pero pude aguantar gracias a mucha gente que me ayudó”.

De ahí, y tras una buena campaña en Libertadores, lo llevó el Paranaense rapai, que le abrió el camino a los grandes equipos.

De Messi, de Gattuso, las joyas que guarda muy bien Marín

Vladimir Marín charló sobre los momentos que tuvo con grandes peloteros. Además de algunos prestigiosos compañeros de la selección de Colombia, que también defendió, citó a otras estrellas más. “Lionel Messi fue el jugador que más me sorprendió, lo que hace con la pelota parece tan simple, me tocó enfrentarlo, lo mismo a Ronaldinho, son experiencias que uno no se olvida así nomás”, contó.

¿Y las camisetas de estos cracks? “Tengo varias y muy especiales, de Messi, de Ronaldinho, de Gattuso, y también todas las camisetas de los clubes donde jugué”, he’i el pelado.

Una escapada de la que no se arrepiente

Como es sabido, Vladimir Marín no salió bien de Olimpia. En la temporada 2012 se escapó una noche de la concentración y paró en una conocida discoteca. En ese suceso estuvieron involucrados otros capos del plantel, como Sergio Orteman y Sergio Romero. Los tres fueron rajados del club.

“No me arrepiento lo que hice esa noche, porque tenía que estar con mi amigo, era su cumpleaños y en ese momento estaba de duelo porque había perdido recientemente a su padre. No podía faltar. Estuvo mal, eso sí, pero no me arrepiento, y debe ser un ejemplo para los jóvenes esos errores”, recordó.

Paraguay, el paraíso para el pelado

Vladimir Marín calificó a Paraguay como “el mejor país del mundo”. El colombiano vive acá, con la familia, y no piensa irse más de nuestra tierra. “Es muy tranquilo todo acá en Paraguay, siempre digo que es el mejor país del mundo, la gente es muy trabajadora, muy buena”, comentó.

Además, otro de los grandes motivos es la comida. “Uhhh, me gusta de todo, locro, vorivori, sopa paraguaya, la chipa que ya lo estoy aprendiendo a hacer, pero entre mis platos favoritos el chipa guasu es lo más. A veces intento hacer, pero no me sale como lo hacen los paraguayos”, he’i.