Había luego un “tufillo” extraño. Por los “pasillos del hospital” había un olor raro. Antes que a suero y lavandina, más bien parecía un pollo al horno. Así como cuando algo se cocina. Ahora, finalmente, están saliendo algunos “trapitos” y desde el Ministerio de Salud le metieron un jeringazo de aquellos.
Es que la empresa Imedic, que ganó una licitación vendiendo camas hospitalarias a G. 4.250.000 cada una, cuando supuestamente no costaban más de 650 mil guaracas, ahora se quedó con un “clavo de oro”, luego que un equipo de auditores de la Contraloría General de la República rechazó la primera tanda de 15 camas, de un total de 50, por “cuestiones técnicas”.
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