La pandemia del coronavirus dejó a muchísimos compatriotas sin poder desempeñarse en sus trabajos y oficios. Los albañiles, pintores de obras y jardineros son los que más sufren inconvenientes laborales.
Es el caso del joven jardinero José Pesoa (28), quien llegó a la capital de su amada Villarrica hace 10 años atrás acompañando a un primo, quien le enseñó el arte de embellecer los plantas y jardines.
“Tenía muchos trabajos antes de empezar el coronavirus y ahora mis clientes no me dan trabajo porque tienen temor de meterme a sus casas para trabajar”, dijo José a Crónica. La “sitú” está pesada para el jardinero, quien fue papá avei de la hermosa Sofía, de un mes de edad.
“Justo vino a nacer mi hija, pero gracias a Dios nació sanita, no le falta el alimento porque mi señora solo le da leche materna”, he’i.
El trabajador vive con algunos parientes en el barrio Republicano. “Acá nos ayudamos, a mi primo le salió su Pytyvo y che katu ni a los premios, che rye raku amaliciá. En cinco semanas, solo tres trabajos de limpieza de jardín me dieron”, gatilló este papá pyahu, quien realiza avei poda de árboles y además ojapo kuaa lustre de muebles, ya sea mesas, sillas, ropero umía.
“Yo sé lustrar muebles también, por lo que cualquier changuita me va a venir bien, porque ahora estamos sobreviviendo el día a día. Antes nos ayudábamos con mi señora, pero a los tres meses de embarazo tuvo que salir porque a su patrona no le gustaba que le pedía permiso para ir a los controles y eso, upéare ella se quedó sin trabajo”.
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