Don Vicente Gómez (52) y su hijo Erick (23) son vencedores de la Covid-19. Ambos vinieron con la enfermedad al país presentando síntomas muy leves. Pasaron los controles en Nueva York y no presentaban fiebre. Por Brasil entraron de fino.
Luego de horas de vuelo, pisaron suelo guaraní y acá sí se les practicaron controles. Don Vicente sentía una gripe común he’i. Pero como venían de zonas con muchos infectados, ambos decidieron aislarse apenas llegaron a Santa Rosa, Misiones, el 22 de marzo.
“Antes de venir alquilamos una casa justo frente a la casa de mi mamá para aislarnos por prevención, porque ella es diabética. Y nos aislamos, yo ni le vi a ella. Luego nos hicieron la prueba, primero a mí y luego a mi hijo y dimos positivo. Nos sorprendió porque no teníamos síntomas. Él es alérgico. Ese día se nos vino el mundo abajo y luego tuvimos días muy difíciles”, comentó a Crónica don Vicente.
Dos días después, el 30 de marzo, empezó a pasar por la falta de aire. Don Vicente y su hijo eran los únicos dos casos de Covid-19 en Misiones, y tras un largo proceso de aislamiento y tratamiento superaron la enfermedad.
Ambos, luego de 7 pruebas de hisopado, dieron negativo por fin a la prueba del virus vai. “Primero yo di negativo, a mi hijo se le hizo dos hisopados más y ahí, cuando nos dieron el resultado nos pusimos a llorar juntos. Gracias a Dios le vencimos a la Covid-19. Fue una batal la muy dura, más por el lado psicológico”, he’i don Vicente.
Sufrieron de discriminación por culpa de algunos rumores
Don Vicente y su hijo Erick respetaron en todo momento el conf inamiento, y hasta para seguir su tratamiento con los doctores respetaban la distancia. “Si venían nos veían a una distancia de 6, 7 metros para los controles, y los mensajes no pararon nunca, cada rato nos escribían. Estamos muy agradecidos con ellos”, he’i don Gómez padre.
Pero aun así la malicia y el miedo se hicieron sentir. “Alguien dijo que nosotros salimos y fuimos a supermercados y eso y desde ahí ni al delivery que nos ayudaba le dejaron en paz. La señora de la despensa dejó de atenderle y esos días fueron los que pasamos mal, porque era mentira. Nosotros no salimos y esa gente que dijo eso le mintió hasta a su familia”, contó don Vicente aún dolido por la experiencia por la que pasaron ellos y su hermano quien los cuidaba.
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