BRASIL. Mientras que en rapailandia superan los 10 mil finados por coronavirus, el presidente Jair Bolsonaro aprovechó el finde para pasear en su moto acuática en el lago Paranoá de Brasilia.
Ipochypa en su contra loperro por el peligro que supone para la propagación del virus vai, pero ni bollo el capeto.
Lejos de preocuparse he’i que ojapota katu un asado para “miles de invitados”, aunque después dijo que fue broma nomás.
El Ministerio de Salud del vecino país informó que había 730 nuevos decesos que pusieron a Brasil como el sexto país del mundo con más muertes por la Covid-19.
Mientras que todo siga así, los hermanos extranjeros se convierten en una bomba de tiempo para nuestro país.
Socorro sique piden en la Amazonía, el peligro de que el río Amazonas se convierta en la gran ruta de contagio de la Covid-19 en Sudamérica katu.
El alcalde de Manaos, Arthur Virgilio Neto, denunció que están viviendo “una película de terror”, con más 4.000 contagios y 620 muertos por el virus vai, lo que ha causado el colapso del sistema de salud de la principal ciudad amazónica brasileña. No esperan milagros, pero sí ayuda humanitaria he’i.
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