En varias ocasiones ya se fue de la casa, su pareja siempre lo está echando porque supuestamente tiene una amante, él jura que nunca se acostó con ninguna otra mujer y mucho menos con un hombre. ¡Dios mío!, he’i.

Disculpe que moleste, he visto las consultas y quejas que hacen los usuarios de este servicio de consultorio gratuito que ofrece el diario Crónica a través de este espacio. Yo también quiero expresar mis sentimientos, no tengo una experiencia fantasiosa que pueda impresionar a alguien, pero busco la manera de desahogarme y a la vez una ayuda.

Llevamos 10 años de casados con mi esposa y últimamente todo es pelea, discusiones, rabia, enojo, ya no entiendo cómo actuar, tenemos 2 hijos maravillosos.

En varias ocasiones ya me fui de la casa porque siempre me está echando porque supuestamente tengo una amante. ¡Dios mío!, me duele que piense de esa manera porque llevamos 10 años juntos y nunca la engañé con nadie, nunca me acosté con ninguna otra mujer y mucho menos un hombre ¡Dios mío!, pero me siento impotente. Porque todos los días en su cabeza está que yo la engaño.

Está bien, comprendo, ella trabaja bien, gana mejor que yo; sin embargo, yo tengo un trabajo muy sacrificado, que tengo que estar acarreando mercaderías en una carretilla inclusive cuesta arriba y no tengo tiempo para estupideces. Lo único que tengo en mi mente son mis hijos, quiero darles lo mejor y ella que la respeto mucho.

No niego que hablo, sonrío, bromeo con diferentes personas, chicas inclusive, pero nunca les falté el respeto a nadie y mi esposa dice que tengo relaciones sexuales con todo el mundo.

¡Dios mío!, estoy limpio, mi conciencia está limpia, mi cuerpo está limpio porque nunca me acosté con nadie.

Lo más doloroso es que me reclama de mala manera, me grita frente a los niños y me echa de la casa sin compasión, ya no tenemos relaciones sexuales, pero ni aún así nunca busqué estar con otra mujer ni mucho menos con un hombre.

¡Dios me perdone! y a ella me arrodillo para pedirle perdón, pero no consigo, no quiero renunciar a mi familia porque nunca hice nada.

Siempre le grito que ¡no tengo relaciones con nadie!, a veces mi tono ya es muy grosero por la rabia y la impotencia que no entiende que no estoy con nadie.

Ayudame si está a tu alcance, por favor. Amo y respeto a mi familia. Gracias.

«No niego que hablo, sonrío, bromeo con diferentes personas, chicas inclusive, pero nunca les falté el respeto a nadie y mi esposa dice que tengo relaciones sexuales con todo el mundo».

BRAHIAN, DE CLORINDA, 35 AÑOS

LA RESPUESTA: CON ESFUERZO Y AYUDA SE PUEDE

Conocer el origen de las inseguridades que tiene tu pareja

Sentir celos puede ser normal y natural, pero cuando se vuelven patológicos, cuando no se le deja “ni respirar” al otro, o se le exige renunciamientos abusivos, son una bomba de tiempo para la relación.

Los celos enfermizos no son amor, no es romántico. El amor no es controlar, no es poseer, es escuchar y comprender, negociación y apertura. Sin embargo, los celos están entre los problemas de pareja más comunes, ya sea por inseguridad de uno o de ambos, miedo de perder al ser amado ante la presencia de una tercera persona que ve como amenaza.

El sufrimiento es de los dos y entorpece la buena comunicación, la complicidad, y la confianza en una relación y más que conseguir retener el amor, lo que consiguen es alejarlo. También pueden darse porque hubo algún episodio de infidelidad no superada, como un intento de “marcar” territorio con las típicas escenas o tener el “control” sobre el otro. Lo ideal sería conocer el origen de las inseguridades que tiene tu señora, del reclamo diario que te hace, que de acuerdo a tu relato ya se encuentra al borde de una tortura psicológica. La opción más fácil sería tirar la toalla, pero también es posible reconducir la crisis con esfuerzo y ayuda profesional. Algunos aceptan, asumen y siguen adelante, batallando por mejorar las cosas, otros en cambio no logran asumir que con su conducta solo hacen daño. Es importante que como pareja ambos se sientan valorados y, sobre todo, libres para disfrutar del amor que eligen vivir juntos.