La tormenta tumbó un árbol a metros de él, estando dentro de su auto

El periodista Diego Martínez estaba calentando el motor de su auto ayer, a eso de las dos de la tarde. Como casi todos los sábados, se iba a ir al súper a hacer sus compras. Cuando ya metía en primera para moverse, vio en el retrovisor desplomarse el árbol que estaba a solo tres metros detrás de él. “Hizo un ruido impresionante, dio un golpazo al suelo y tembló todo”, contó a Crónica el experiodista del Trece y Latele, hoy día en América TV de Paraguay.

– ¿Sentís que te salvaste?

– Sí, lo insólito es que es la segunda vez que pasa esto, que se cae un árbol en el mismo lugar.

Es de mi vecino, pero como vivimos en un condominio aquí en Mariano Roque Alonso, compartimos los espacios y está todo muy cerca. El viento era muy fuerte, pero no me imaginé que se caería ese árbol. La ocasión anterior que sucedió casi lo mismo fue en setiembre del 2018, pero esa vez yo estaba en mi cama, en la casa. Las dos veces, el árbol se cayó hacia la calle, no hacia el condominio. Aquella primera vez también me salvé, porque podía haberse caído sobre mi casa. Esta vez podía haberse caído sobre el auto y yo no iba a estar contando la historia.

– ¿No te sentiste de repente como que estabas en medio de la película “Destino Final”?

– No sé si llorar o reír, pero ya me da miedo. ¡Justo vi esa película, hasta la cuarta película! Con toda franqueza no me imaginé que iba a caer otra vez el árbol. Había viento, pero no me pareció que fuera como para derribar un árbol. Es un fenómeno. Vos sabés que para mí en esta situación asustó más. La primera vez estaba acostado, pero esta vez me impresionó más porque estaba muy cerca.

– ¿Causó mucho daño?

– Sí, nosotros seguimos atrapados dentro del condominio, porque el árbol cerró la salida. Se escuchó como un latigazo cuando pegó al suelo y vimos también chispazos, porque cayó sobre los cables y cortó toda la parte eléctrica. Un vecino fue el más perjudicado porque destruyó su portón, parte de su muralla, techo y sus paredes quedaron con grietas. Estamos viendo entre los vecinos para sacar el árbol. Me dijeron que un motociclista se vio afectado también, le golpeó una rama y le echó.

– ¿A tu auto no le pasó nada?

– Por suerte, no.