“Un día se fue y ya no volvió. A mí ko me preocupa y mucho (…) A él siempre le molestó el Pombéro, vaya uno a saber por qué motivo”, contó la abuela.

A ña Lidia Valdez (72) se la nota cansada, extenuada. Asegura que no es por la falta de sueño. Su cansancio se debe a la tristeza, al dolor que la invade por completo y que le carcome el alma por dentro. Hace un buen tiempo que no sabe nada de su nieto Lorenzo (20), a quien extraña mucho.

“Akyhyje pe karai pyhare ojapo mba’e hese ivaia (tengo miedo que el “señor de la noche” le haya hecho algo malo o que)”, contó con un tono de susto.

Y es que su nieto es nada más y nada menos que aquel joven que en noviembre del 2016, en la compañía San Felipe, de Santiago Misiones, fue encontrado atado con su propia ropa por el tronco de un eucalipto, a unos 6 metros de altura, pegadito al cementerio de la zona, y con el cuerpo totalmente marcado con cruces.

El caso fue muy comentado y la víctima responsabilizó del ataque que recibió ¡al Pombéro! Pasaron casi 3 años y 7 meses de aquel suceso que conmocionó a toda la compañía y la incertidumbre sigue en la familia. Hace ya un buen tiempo que Lorenzo se fue de la casa y no saben de él.

“Él vivía aquí conmigo en San Felipe, Misiones, junto con su papá y su hermana. Un día se fue y ya no volvió. A mí ko me preocupa y mucho porque no sé qué pasó de él. A él siempre le molestó el Pombéro, vaya uno a saber por qué motivo, pero es así mismo”, dijo ña Lidia.

“Ahora tenemos miedo que el Pombéro le haya hecho algo o se lo haya llevado. Un tiempo se comunicó con nosotros, pero después ya no”, añadió. “Ese ataque que recibió hace unos años él asegura que fue el karai pyhare y por eso nuestro temor a que le pueda hacer algo. Queremos que se comunique para saber de él”, finalizó.

BARRIO

Ña Lidia comentó que no solo en su casa recorrería el karai pyhare, sino también en la casa de varios vecinos del barrio.

QUE LLAME

La abuela pidió por favor a su nieto Lorenzo que la llame si ve la nota. “Quiero saber que está bien, solo eso”.

FRONTERAS

El caso fue muy comentado en su momento, incluso trascendió fronteras por lo insólito y sorprendente que fue.

“Papá, ojehugavaipaite che rehe”, había dicho el mitã’i

Todo empezó cuando Lorenzo, en aquel entonces con 16 años, salió de su casa el 21 de noviembre del 2016, en su bici para ir de visita a la casa de su novia.

Ese día ya no volvió. Al día siguiente, a primera hora, el papá del chico lo llamó al celular, pero este le daba apagado. Entonces llamó a la novia y allí ella le contestó que Lorenzo no llegó a su casa. El padre insistió y volvió a llamar al teléfono de su hijo. Esta vez, sí le contesta, pero en lugar de tranquilizar la sitú, aumentó la tensión: “Papá, ojehugavaipáite che rehe (se me jugó todo mal)” y le contó en dónde estaba.

Un grupo fue a buscarle y le encontró colgado en el eucalipto. Lo bajaron y estaba muy mal por lo que le llevaron al hospital.

Tras unos horas comentó que fue atacado por el Pombéro.

“Llevamos toda una vida viviendo con el Pombéro”

“Llevamos toda una vida viviendo con el Pombéro. Ahora ya no aparece más, pero antes sí se manifestaba, sobre todo a Lorenzo y a su hermanita”, comentó ña Lidia.

“Lorenzo siempre me decía que no me preocupe, que ese ser nunca nos iba a hacer daño a nosotros, pero que a él si le podía hacer algo”, comentó. Agregó que en esta época de pandemia la incertidumbre de saber de su nieto se acrecienta. “Vivimos momentos difíciles con este tema del covid-19, ese es otro problema”, sostuvo.

Ña Lidia ha omombe’u avei que el papá de Lorenzo (quien es su hijo) falleció hace tres meses. “Lorenzo solo nos tiene a nosotros. Estamos preocupados por él”, finalizó.