El futbolista que se desempeña como lateral derecho y que milita en Resistencia dejó la pelota y ahora hace asaditos para llevar el pan a su casa.

• POR OSCAR PATIÑO RIVEROS

Cuando a inicios de marzo del presente año se registró el primer caso de covid-19 en nuestro país, nadie se imaginaba que a estas alturas el virus se iba a expandir por todo el territorio nacional y traería consigo una avalancha de problemas sanitarios, económicos y psicoemocionales.

Cientos de empresas tuvieron que cerrar, miles de personas se quedaron sin trabajo, muchos eventos se cancelaron y otros se postergaron “hasta nuevo aviso”. El fútbol también se vio gravemente afectado, recién este viernes se reanudará el torneo Apertura de Primera División, mientras que los campeonatos de las demás categorías se suspendieron y no se sabe cuándo se podrían jugar.

Uno de estos torneos postergados fue el de la División Intermedia, 16 equipos quedaron parados, un montón de técnicos y asistentes, preparadores físicos, médicos y jugadores se quedaron sin trabajo de la noche a la mañana. Esto obligó a la mayoría a buscar nuevos caminos para generar ingresos y así llevar el pan a sus casas. Es el caso de César Andrés “Gato” Godoy Rivas (25 años), lateral derecho de Resistencia.

El atleta se las ingenió para armar su propio “local gastronómico”, empezó vendiendo 10 asaditos por día y actualmente hay noches que vende más de 150. Esta es la historia de un joven sacrificado, cuyo padre era uno de los líderes de la barra de Olimpia, pero paradójicamente siempre le pidió que se aleje de las barras.

“Yo soy jugador de Resistencia, el club se portó muy bien con nosotros, ellos hablaron con nosotros, llegamos a un acuerdo y cobramos hasta marzo, después fuimos liberados y al no haber fútbol, no hay sueldo. Fue así que comencé mi negocio de venta de asaditos”, contó Godoy.

Para él nada es imposible y nada le asusta. “Mi papá me enseñó a ser hombre de batalla, él murió de cáncer, peleó hasta donde pudo, pero finalmente perdió la batalla contra esa enfermedad; sin embargo, me dejó un legado, el que uno nunca debe rendirse”, recordó.

LO DIJO

“YO SOY JUGADOR DE RESISTENCIA, EL CLUB SE PORTÓ MUY BIEN CON NOSOTROS, ELLOS HABLARON CON NOSOTROS, LLEGAMOS A UN ACUERDO Y COBRAMOS HASTA MARZO, DESPUÉS FUIMOS LIBERADOS Y AL NO HABER FÚTBOL, NO HAY SUELDO”

CÉSAR GODOY

Jugador de Resistencia

“Mi padre no quería que me meta en la barra”

César nació en 1994, año en que Olimpia perdió ante San Pablo de Brasil en la semifinal de la Copa Libertadores de América y después volvió a perder la final del torneo local contra Cerro Porteño, en penales.

Por esos años su papá, César Godoy, ya era hombre fuerte en la barra del Decano. Cualquiera pensaría que querría que su hijo siga sus pasos, pero no, fue todo lo contrario.

“Mi papá no quería que me meta en la barra, él era integrante y fue uno de los líderes más importantes que tuvo la barra de Olimpia, pero jamás permitió que su hijo se meta allí. Pasa que él sabía que allí no había nada bueno, todos sabemos de lo que hablo…”, confesó el jugador del elenco del barrio Ricardo Brugada.

SU MOTIVACIÓN

César tiene un hijo, se llama Amilcar Godoy y tiene tres años. El niño vive con él y es su motor, su gran motivación para salir adelante y hacer bien las cosas. “Yo tengo un hijo y por él debo trabajar como sea”, sentenció.

“Los jugadores de Intermedia debemos hacer más ruido”, he’i

Al igual que muchos de sus colegas, él desea de todo corazón que el torneo de la División Intermedia se juegue este año, pero por ahora nada se sabe del futuro. En este sentido pidió a sus colegas “hacer más ruido” para que la APF les tengan en cuenta y se llegue a un acuerdo para la disputa del segundo torneo más importante organizado por la central de nuestro fútbol. “Nosotros los jugadores de la Intermedia debemos hacer más ruido, manifestarnos más porque de lo contrario nadie nos hace caso. Yo hablé con algunos jugadores, pero debemos estar todos juntos en esto”, lanzó.

Jorge Achucarro le dio trabajo en su ferretería hasta el año pasado

Uno de los grandes amigos de César es Jorge Achucarro, exgoleador de Cerro Porteño. En el 2019 trabajaron juntos, pero el covid-19 obligó a “Achu” a cerrar su negocio; sin embargo, la amistad sigue intacta.

“Jorge Achucarro es un gran amigo, es una gran persona. Él siempre me dio consejos, me contó cosas del mundo del fútbol y me apoyó en los momentos más difíciles. En 2019 me llevó a trabajar en su negocio, él tenía una ferretería (ubicada sobre la Avda. Félix Bogado), allí me dejó como encargado, last imosamente a causa de la crisis económica tuvo que cerrar. Siempre estamos en contacto, ahora es uno de mis mejores clientes, le tengo un gran aprecio y le estoy muy agradecido”, aseguró.

“Sobrellevar esta situación es muy difícil”

El joven lateral de “Resi” reveló que la situación de algunos compañeros es crítica. “Es muy difícil sobrellevar esta situación, no tenemos trabajo, eso significa que no cobramos y la mayoría tiene familia, la verdad hay gente que no tiene nada. Nosotros tratamos de ayudarnos todos, si uno vende algo y el otro puede comprar, compra. Lo bueno es que hay mucha solidaridad”, gatilló.

Muchos jugadores le compran

Desde que abrió su negocio poco a poco César fue creciendo y hoy puede decir que ya tiene cierta clientela formada, varios son futbolistas, entre ellos José María Ortigoza, Pablo Velázquez, “Caíto” Martínez y Jorge Achucarro. “No me puedo quejar de los colegas, lo lindo del fútbol es que te permite hacer muchos amigos y gracias a eso mucha gente se acercó, compró, les gustó el producto y hoy día ya son cliente. Yo aprendí a cocinar cuando estaba en Guaireña FC y hoy la cocina se convirtió en un trabajo para mí”, remarcó. Su especialidad es el asadito (de carne y pollo) y el chorizo misionero. “Muchas de estas cosas, los secretos del asadito, los aprendí sobre la marcha”, he’i.

Se rompió los ligamentos y Resi le apoyó

El año 2019 fue muy duro para César, en un amistoso jugado ante Rubio Ñu se lesionó mal, se rompió los ligamentos cruzados y Resistencia le apoyó en todo. “Quiero destacar eso y agradecer al presidente de Resistencia, Roberto Garcete, ellos pagaron la operación y me apoyaron en todo, pese a no jugar me pagaron el sueldo. Se portaron muy bien conmigo”, afirmó “Gato”.