La pandemia golpeó al mundo, pero especialmente a las que hacen el laburo doméstico, según las representantes del sector más del 50 por ciento no está trabajando
Antes de la crisis sanitaria las empleadoras no querían pagar el mínimo, ahora menos, muchas quedaron sin trabajo y apechugan como pueden la sitú encontrando algún otro potencial.
“Tenemos un fondo con lo que asistimos a las asociadas, porque Pytyvõ no les llega a todos, no tienen IPS, muchas están haciendo tapabocas o se las ingenian como pueden”, comentó Marciana Santander, del Sindicato de Trabajadoras del Servicio Doméstico del Paraguay (Sintradespy).
Fue durante una charla vitual organizada por el Centro de Documentación y Estudios (CDE) en un ciclo de diálogo con mujeres de organizaciones populares.
La realidad de los empleadores que se quedaron en cese de sus actividades les afectó. Al principio era recorte del sueldo, ahora le dicen que aguanten nomás, algunas se van una o dos veces a la semana y se las paga con víveres.
“Esa es nuestra realidad, la mayoría nos quedamos sin el sustento y las que se van están bajo el riesgo de enfermarse en el colectivo si es que hay, es difícil, muy difícil”, agregó.
La preocupación aumenta, ya que el sector siempre se sintió invisible para la sociedad, madres solteras desamparadas que limpiaban las casas para el sostén.
“Estamos 6 meses aguantando pero esto va a seguir más, estamos viendo complicadísimo, la ayuda no fue para todos, algunos no podían cobrar, de 200 solo el 40% recibió, muchas mujeres están haciendo kit de limpieza, comidas típicas, estamos sobrellevando”, dijo Mirian Agüero, del Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Paraguay-Legítimo (Sintradop-L).
Jardinero está en juicio tras ser despedido
Recurrir a un arreglo amistoso no siempre es fácil. A un jardinero le dieron licencia por cuarentena, después le encerraron en la casa y al llegar al mes le despidieron.
Tras 12 años de laburo le quisieron dar 5 millones, pero como no aceptó luego le ofrecieron G. 10 millones. Fue a preguntar cuánto le correspondía en el Ministerio del Trabajo y le salió que la indemnización debe ser de G. 30 millones. “En este momento está en juicio, pero sin trabajo, quién le va mantener mientras, no quieren pagar, ni hacer arreglo amistoso, no estamos pudiendo encontrar solución ni con el empleador, ni el Ministerio, estamos mal”, dijo Librada Maciel, del Sindicato de Trabajadoras Domésticas de Itapúa (Sintradi), quien llegó a repartir víveres a sus compañerakuéra.
DATO
SIN RETIRO
“Pedían que nos quedemos internas en la casa, con el riesgo de descuidar a nuestras familias”, indicó Solana Meza, en el chat de los comentarios sobre la sitú.
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