Víctor Gómez habló de lo que no se le pudo dar en su carrera peloteril. Entre otras cosas, confesó sobre el famoso “maletín” que existe en el ascenso y algunas anécdotas imperdibles.

• Por Jorge Izquierdo

Habilidoso, gambeteador, punzante y con gol, son algunas virtudes del hasta ahora jugador de fútbol, Víctor “Manolo” Gómez (36 años), quien supo destacarse por Rubio Ñu en los años en el que el elenco del barrio Santísima Trinidad tuvo sus mejores momentos en la Primera División.

El zurdo tuvo algunas confesiones a nuestra hoja y en medio de su don de buena gente se refirió al sueño que tanto quiso y que no se le pudo dar. “Todo jugador anhela con jugar alguna copa internacional. La Copa Libertadores es la competencia que siempre quise jugar y no se me dio. Estando en Guaraní pensé que se me iba a dar esa posibilidad, pero el DT en ese entonces (Carlos Compagnucci) no me incluyó en la lista copera. Es lo que más sentí en mi carrera, pero eso ya es historia”.

“Manolo” es recordado también en todos los planteles por donde anduvo por ese carisma, esa alegría y por los bailes que metía en los vestuarios y también en los festejos que hacía al convertir algún gol. “Es lo mío eso (risas). Siempre ponía alegría al grupo. Ponía música villera y ya comenzaba a bailar. Siempre hay compañeros que se prestan para eso, es generar un ambiente bueno en el plantel”, añadió nuestro entrevistado.

“Ahora estoy esperando a ver si mejoran las cosas para seguir jugando. Ojalá aunque sea fútbol de playa pueda jugar a finales de este año. Por de pronto trabajo acá en la despensa que tenemos en casa”, sintetizó el atacante.

12 GOLES

Fueron los que “Manolo” marcó en la campaña que Rubio Ñu que salió campeón en la Primera B Metropolitana. Fue goleador del campeonato.

DOS DD. TT.

Fueron los que le brindaron mucha confianza y le ayudaron mucho a Víctor Gómez: Francisco “Chiqui” Arce y Félix Darío Léon.

Jugar un año más y después a dirigir he’i

“Yo volví este año para retirarme en Rubio Ñu (Intermedia). Seguimos expectantes a lo que pueda ocurrir. Si no se me da este año, quiero seguir jugando por lo menos una temporada más el próximo año. Ya me recibí de DT también y me gustaría empezar a ver qué posibilidades tengo de trabajar de lleno en eso”, tiró Víctor.

El “maletín de billetes” que circula por el ascenso

Gómez sabe lo que es jugar en el ascenso de nuestro país. Sobre la “mafia” que existe en estas categorías (Intermedia, Primera B Metropolitana y Primera C), Víctor dijo que “existe eso (maletín de billetes). A veces para ganar y en otras para irte a menos en los partidos. A mí no me ofrecieron plata para ir a menos, pero si a otros colegas. Por lo general buscan al arquero, al volante central y al 9 del equipo. Una vez ganamos un partido. Había un delantero que en vez de atacar se iba hacia el córner (por código no dijo el nombre del club ni del jugador). En la semana cuando, me fui a cobrar mi plata, le encontré y le pregunté qué hacía ahí y me dijo que también se fue a cobrar su plata. Ahí entendí todo. Son cosas que hay en todos lados”, concluyó.

El paso purete que tuvo por el Aucas de Ecuador

Víctor tuvo su experiencia en el fútbol extranjero jugando para el Aucas, de Ecuador, con el que logró el campeonato en la Segunda División y ascenso a la Primera de ese fútbol. “Estuve 6 meses y fue una linda estadía. El ascenso lo conseguimos dos fechas antes y fue en el estadio Atahualpa de Quito, repleto de gente. Fue una sensación increíble”, le bajó “Manolo”.

“Acá en Paraguay tuve sondeos de Cerro y Olimpia en su momento, pero no tenía representante que gestione las cosas por mí. Hoy día eso (representantes) es muy importante para lograr transferencias a otros equipos. Te facilitan la tarea”, culminó el jugador.

El recorrido de Víctor y los trabajos de infancia

“Manolo” hizo las inferiores en Tacuary y Luqueño. Debutó a los 16 años en Recoleta (Intermedia), luego pasó y tuvo varios ciclos en Rubio Ñu. También jugó en Guaraní, 2 de Mayo de PJC, General Caballero ZC, Ovetense y 3 de Febrero, de la Chacarita. Además, del Aucas de Ecuador.

En cuanto a los trabajos de infancia, Víctor nos confesó que hizo de ayudante de albañil y de canillita antes de llegar a debutar en Primera.