Pasé momentos muy intensos dentro de una relación paralela hasta que mi pareja me pilló y ahora debo decidir entre quedarme con uno o fugarme con el otro.

Cuento mi historia… No sé cómo empezar, está complicado mi caso. No estoy segura de estar enamorada o solo ilusionada con un muchacho que siempre me gustó.

Éramos buenos amigovios, antes jodíamos por temporadas, él desaparecía por un año y después volvía, hasta que se acompañó y lo mismo pasó conmigo. Como ambos teníamos nuestras respectivas parejas cortamos y tratamos cada uno de hacer nuestras vidas, él no tuvo hijos, yo con mi pareja sí, en lo que sí coincidimos es que ninguno de los dos tiene una buena relación que digamos en su casa.

Hace como dos meses atrás conseguí su número de nuevo por medio de mi hermano y recordando los buenos tiempos volvimos a empezar a hablar… hasta que me volví no sé si decir a enamorar otra vez de él o a obsesionarme.

Lo que sí empezamos a mensajear por un mes, después ya venían los comentarios tiernos y las ganas de volvernos a ver y pasó lo que tenía que pasar.

Nos encontramos 3 veces, tuvimos relaciones. En ese tiempo con mi pareja teníamos una crisis y me refugié en ese muchacho nuevamente y viví los momentos más intensos y felices de mi corta existencia hasta que para mi desgracia mi pareja pilló y se armó un quilombo conmigo.

Fueron unos días de infierno en la tierra, él me amenazó con dejarme y todo, le dije que sí pero al final se arrepintió y me pidió reconsiderar nuestra relación, o sea que volvamos a darnos una oportunidad.

Yo solo quería estar con el otro sin pensar en mis hijos, aunque después eso me pesó y al final cuando tuve que tomar una decisión me incliné hacia arriesgar mi felicidad por ellos. Sé que no van a aguantar estar sin su papá, pero yo no aguanto estar sin mi amante. ¿Qué puedo hacer?

Ahora me encuentro en una encrucijada porque mi pareja quiere que nos casemos para olvidar todo el mal momento que pasamos…¿Qué hago?… acepto casarme o me voy con mi amor…, solo que mis hijos sufrirían… decime algo.

“FUERON UNOS DÍAS DE INFIERNO EN LA TIERRA, PERO AL FINAL SE ARREPINTIÓ Y ME PIDIÓ RECONSIDERAR NUESTRA RELACIÓN, O SEA QUE VOLVAMOS A DARNOS UNA OPORTUNIDAD”

LAURA, DE CARAPEGUÁ,

30 AÑOS.

LA RESPUESTA: TENER CLARO QUÉ ES LO QUE SOSTIENE TU RELACIÓN

Las decisiones apresuradas no siempre son las más correctas

La mejor decisión será la que tomes libre y consciente de que todo acto tiene consecuencias que pueden traer o no sufrimientos a las personas que nos aman.

Es normal que las parejas que llevan muchos años juntas pasen por una crisis, el drama mayor se da cuando no saben si vale la pena luchar por superar el inconveniente, o si es mejor dar por terminada la relación. Y la respuesta no siempre es tan fácil para ninguno porque cada uno tiene su propia visión de las cosas.

Suele suceder entre las parejas que en vez de afrontar el problema se refugian en una tercera persona, que si bien les aliviana la carga confunden más al corazón.

Si ahora no estás segura de tus sentimientos, lo ideal es que no tomes ninguna decisión apresurada porque te expones a hundirte más en vez de salir a flote.

Ya sea que te quedes con tu amante o con tu pareja, es una oportunidad para iniciar una nueva vida. Para saber si hay que separarse, vale la pena tener claros los motivos que no deberían servir para mantener la relación.

No siempre el amor une a una pareja, a veces son los hijos, el miedo a la soledad, la dependencia emocional, el miedo al qué dirán si se rompe la relación.

“La fidelidad no debe ser algo que uno se impone. Debe ser un deseo”, date cuenta que la persona que te acompañe tiene que ser alguien que te ayude a crecer, un aliado para encontrar el camino a la felicidad.