Vivir con obesidad es una lucha diaria. Para los que están excedidos de peso, los kilos demás no son el único problema con el que tienen que luchar: la discriminación es uno de los principales enemigos. “La gente te mira mal y juzga muy severamente”, menciona Fabi Malvarez, una joven que diariamente tiene que batallar contra el sobrepeso.

“En nuestro país es muy difícil ser gorda, la gente no disimula y te mira mal, a veces como bicho raro, los colectivos no están preparados para personas con sobrepeso, en los bares uno no se puede sentar, las sillas no resisten”, comenta la doña.

“Uno no es obeso porque quiere, siempre hay un trasfondo, a nosotros nos cuesta mucho más ciertas cosas, tenemos que luchar en primer lugar con nosotros mismos, yo llegué a pesar 146 kilos”, comentó. “Hacer una dieta cuesta mucho dinero, además uno tiene que acompañar de ejercicios físicos constantes. Si uno tiene una familia es difícil vivir en un gimnasio, nadie llega a ese peso solo porque quiere, muchas veces traté de bajar, lo conseguí pero cuesta mantenerse. Los más difícil para una mujer con sobre peso es vestirse, no hacen ropas para gente grande, y si encontrás es todo muy caro”, he’i.

“Hasta para las relaciones íntimas nos cuesta más, cuando somos gorditas hay veces que uno quiere disfrutar con su pareja, pero se encuentra con muchas limitaciones, hay posiciones que solo tenés en mente pero…”, dice entre risas Fabi Malvarez.