“Me gusta ver la cara de sorpresa de muchos cuando me ven en el puerto bajando contenedores”, he’i

Única en su ramo, Victoria Guadalupe Gavilán se enamoró de las maquinarias pesadas desde la primera vez que tuvo la oportunidad de verlas de cerca. “La primera vez que vi esas máquinas supe qué era lo que realmente quería hacer en la vida”, aseguró.

Con 10 años de experiencia, hoy día no hay aparato que no sepa dirigir. “Al único que aún no puedo manejar es a mi novio, quien no se decide a llevarme al altar”, comenta entre risas la única operadora de grúas portuarias en nuestro país.

Desde los 22 años empezó a trabajar en un puerto privado, cargando combustible y limpiando los vehículos pesados, gracias a una pasantía laboral que le consiguieron los bomberos voluntarios de Ñemby, cuerpo del cual ella forma parte.

“Yo opero montacargas, tractocamión, grúa gancho sobre neumático, portacontenedores y grúa fija sobre muelle. Soy la primera mujer paraguaya operadora de grúas portuarias”, cuenta con orgullo.

Se ganó el respeto de sus 11 compañeros operadores, siendo la única dama de la “tropa”. Todos los caballeros tuvieron que adaptarse, dejaron de decir guasadas y ni ahí ningunean a su compañera; al contrario, la cuidan de cualquiera que se le acerque, en un ambiente considerado solo de “machos”.

“Yo me siento una más de ellos, no hay trabajo que me niegue a hacer por más difícil que sea. Siempre trato de agarrar los más complicados para que nadie diga que tengo miedo. En ocasiones trabajo mucho más que mis compañeros, quiero seguir aprendiendo cada vez más”, cuenta.

En tiempo libre sirve a la gente como bombero

Victoria es la mayor de 4 hermanos. “Al principio mi mamá no quería que trabaje en esto, decía que no era trabajo para una chica, pero ahora ella es mi fan número uno” h,e’i

En su tiempo libre cuando no está operativa “cubro mis guardias en el cuartel de bomberos donde también soy la conductora designada para los vehículos”, cuenta.

Ella es personal de muelle en Villeta, pero a causa de la bajante del río, actualmente se encuentra trabajando desde hace un mes en la terminal portuaria de Pilar en donde dejan sus mercaderías todas las embarcaciones, ya que les es imposible llegar a Asunción.

Le enseñaron a cocinar y es una especialista en pescado

Se volvió toda una chef gracias a sus compañeros. “Ellos me enseñaron a cocinar, especialmente de pescado, son maestros en la cocina, en especial del pescado, hacen de todo con el pescado”, manifiesta

Aunque es hincha del ciclón de Barrio Obrero, detrás de sus compañeros empezó a aprender de otros deportes y ahora “me gusta el tenis más que el fútbol”, cuenta, aunque en ocasiones no hay tiempo ni para el tereré ya que según dice “con refuerzo trabajamos las 24 horas si hay necesidad” eso no impide que en se sienten a hablar de sus preferidos del Roland Garros o de algunas jugadas de Rafa Nadal umía.