TRINIDAD Y TOBAGO. La gente que estaba circulando por una calle de la ciudad de Puerto España no entendieron bien qué lo que vieron de repente pasando frente a sus ojos, la semana pasada. Un hombre iba sentado, tieso, sobre un sillón en la carrocería de una camioneta. Tuvieron que fijar bien la vista para darse cuenta que se trataba de ¡un difunto!

Sí, de esa manera los amigos y parientes de Che Lewis, de 29 años, quien fue asesinado a tiros junto con su padre, llevaban su cuerpo para su sepelio correspondiente. Varios transeúntes captaron en video la peculiar “procesión” fúnebre que en horas más ya se había hecho viral en las redes.

El problema que encontraron se dio luego, cuando la iglesia a la que lo llevaban para la ceremonia de despedida, impidió la entrada del fallecido a su propio funeral, porque estaba sentado en una silla, en lugar de estar en un ataúd, según informan medios locales. Ante el rechazo, su cuerpo embalsamado, vestido con pantalones blancos y una chaqueta rosa, fue puesto en la entrada.

EXTREMO

Desde la funeraria se excusaron de todo el sarambi diciendo que fue un pedido de los familiares y que es una técnica cada vez más común, llamada embalsamamiento extremo.